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La coordinadora de la Rema, María del Carmen Calderón Ezquerro consideró importante que la población con males alérgicos cuenten con información sobre la calidad del aire que se respira en el Distrito Federal, pues de esto dependerá que se potencialice su afección y la prevengan.
Existen zonas como la de Ciudad Universitaria y la del Bosque de Chapultepec en donde los aproximadamente seis mil a más de ocho árboles de fresno, respectivamente, provocan altos niveles de concentración de granos de polen a ciertas horas del día y en ciertas épocas del año.
Circunstancias que para una persona alérgica al grano de polen de ese árbol, puede provocar cuadros graves en su salud. De ahí la importancia en la difusión del estado de la calidad biológica del aire en las diversas zonas capitalinas.
Desde hace cuatro años, la Red Mexicana de Aerobiología (Rema) del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, a través de cuatro estaciones de muestreo, lleva a cabo el monitoreo de los principales tipos polínicos y sus niveles de concentración en el aire.
Durante una entrevista con Quadratín México, la doctora Calderón Ezquerro indicó que el objetivo del monitoreo es de tipo social, es decir, que los capitalinos con alergias o asma cuenten con dicha información “para que sepan que están respirando”.
Con dicha información se contribuye a mejorar la calidad de vida de la población que padece alergias respiratorias, particularmente en niños y jóvenes, además el sector salud podrá establecer mejores políticas de atención a este grupo de personas.
Mencionó que en Estados Unidos y en algunos países de Europa como España, Inglaterra, Alemania y Suiza, entre otros, diariamente no sólo reportan el estado del tiempo, también la calidad biológica del aire. Informan sobre los niveles de polen y la cantidad de esporas de hongos.
Es, dijo, lo que se pretende hacer en nuestro país, brindar información respecto a cuándo, en qué época, tipo de pólenes que hay en la atmósfera y niveles de alérgenos en el aire.
Para ello, las 24 horas y los 365 días del año se monitorea mediante las cuatro estaciones ubicadas en la delegación Miguel Hidalgo, Coyoacán, Iztapalapa y Cuajimalpa.
No obstante, lamentó que hasta el momento no haya tenido eco la solicitud de apoyo por parte de las autoridades ambientales, a fin de difundir los niveles de concentración de esos agentes que producen alergias a una gran parte de los capitalinos.
Aun cuando existen reportes de la calidad del aire, por parte de la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal, estos sólo contemplan en un conjunto a las partículas menores de 2.5 y de 10 micras orgánicas e inorgánicas, pero “no hablan de las partículas biológicas”.
La difusión de los niveles de concentración de polen, es importante, dijo, ya que se ha incrementado los casos de alergias en nuestro país, pues “hace unos años el 15, 20 por ciento presentaba efectos, ahora entre el 20 y el 40 por ciento de la población padece de alergias”.
Señaló que el problema es mayor cuando las partículas de gases que hay en el aire, se adhieren a las paredes del polen provocando que su efecto se potencialice en las personas sensibles.
La coordinadora de la Red Mexicana de Aerobiología, refirió que en distintas partes de la ciudad de México y su zona metropolitana, existe una gran cantidad de árboles de fresno, lo que incrementa las enfermedades, ya que las personas con este tipo de males prácticamente están “respirando al enemigo”.
Explicó que los estudios que llevan a cabo abordan aspectos como la variación estacional e intradiaria del comportamiento de los pólenes a lo largo del día.
“Cada tipo polínico tiene un comportamiento diferente que depende del momento de su floración, las condiciones ambientales de temperatura y humedad y de las horas de sol”.
En el caso del fresno, cuando la temperatura se empieza a incrementar del mediodía a las tres de la tarde, la humedad disminuye “un poco y se liberan los pólenes”, entran a la atmósfera, se dispersan y si no hay vientos fuertes, se concentran en grandes cantidades.
Sin embargo, hay otros tipos polínicos que presentan sus picos máximos durante la noche. La época en donde hay mayor concentración de polen es en los meses de diciembre a marzo, y es cuando la población de pacientes con problemas de alergias o con asma, se incrementa.
Refirió que de acuerdo con el departamento de Inmunología y Alergia del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, se reportan más casos de esos padecimientos; mientras que el Instituto de Oftalmología Conde de la Valencia, registra personas con conjuntivitis.
Señaló que debido a que la población entre cinco y 20 años, es la que responde más ese tipo de pólenes, entrarán en contacto con el departamento de alergias del Instituto Nacional de Pediatría para trabajar conjuntamente, pues existe una relación paciente y pólenes que se respiran.
La doctora María del Carmen Calderón explicó que es la proteína del fresno la que causa esa respuesta en el sistema inmune.
De acuerdo a los estudios de la Rema, cuando en la atmósfera salen las proteínas del grano de polen, se pegan al polvo o a los aerosoles y se quedan adheridas a esas partículas, las que el paciente seguirá respirando.
Es por ello, que aun cuando la época de polinación ha terminado, el paciente continúa con su cuadro de alergia, pues en el polvo que respiran están pegadas las proteínas que causan dicho mal.
Explicó que el cambio climático al incrementar la temperatura afecta la floración de las plantas y con ello puede adelantar, retrasar o alargar el periodo de floración, lo que a su vez afectará en la salud al cambiar la época en que los granos de polen se desprenden.
Señaló que en Estados Unidos y en Europa, con 15 a 30 años de monitoreo continuo, “hacen escenarios de cambio climático en cuanto el comportamiento de los pólenes y su repercusión de la salud” en el futuro.
Entre los objetivos de la Red Mexicana de Aerobiología, está el extenderse a otros estados de la República Mexicana, con el fin de avanzar más en el estudio del comportamiento de los granos de polen, así como sus niveles de concentración.
Información, dijo, necesaria para la población que padece enfermedades como la rinitis alérgica, conjuntivitis o asma bronquial.
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