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CIUDAD DE MÉXICO, 3 de octubre de 2016.- Es urgente colocar como prioridad la perspectiva de desarrollo y garantizar los derechos plenos de la juventud mexicana ante la incapacidad de atender a este sector que representa al 30 por ciento de la población, afirmó el diputado federal del PRD Rafael Hernández Soriano, Secretario de la Comisión de Derechos de la Niñez.
“Nuestro país ha sido incapaz de adoptar las medidas legislativas, administrativas y de política pública necesarias para garantizar el ejercicio y goce efectivo de sus derechos humanos, sociales, económicos, políticos, culturales y medioambientales que aseguren su bienestar y formación integral, en condiciones de igualdad y seguridad”, añadió, de acuerdo con un comunicado.
Al convocar a la participación de todos los sectores para enriquecer la iniciativa que permita al país contar con la Ley General de Inclusión, Participación y Desarrollo Integral de las Juventudes, el legislador explicó: estamos en riesgo de dilapidar el bono de la juventud si se ignoran los esfuerzos para garantizar a este sector mejores perspectivas de desarrollo y garantizar el ejercicio de sus derechos.
En la actualidad ser joven en México es “sinónimo de pertenecer a un sector socialmente invisibilizado, políticamente ignorado, reprimido o criminalizado; económicamente relegado; y, normativamente, olvidado”, abundó.
Hernández Soriano dio algunas cifras que reflejan el escenario que enfrenta la juventud mexicana:
El 51 por ciento sufren algún grado de pobreza, el 52 por ciento tiene un nivel de escolaridad de secundaria o menor, más del 25 por ciento vive en hogares que presentan algún grado de inseguridad alimentaria; el Programa de la ONU para el Desarrollo reveló que en México más de 11 millones de jóvenes de entre 15 y 19 años de edad enfrentan violencia e integración en pandillas.
Dicho informe advierte además que el 37 por ciento han sufrido algún tipo de violencia en los planteles educativos, el 21 por ciento de los estudiantes aceptó haber ingresado a algún tipo de arma, el 53 por ciento admitió pertenecer a pandillas en calles o colegios.
Añadió que la tasa de mortalidad a partir de 2008 aumentó hasta llegar a 4 muertes por cada 100 mil habitantes en 2012, la más alta en la última década; respecto a los jóvenes de entre 15 y 17 años de edad aumentó el suicidio con una tasa que casi se triplica en los últimos cinco años pasando de 5.3 por cada 100 mil habitantes en 2007 a 16.3 en 2012.
Otro rubro que revela la vulnerabilidad de la juventud es el área laboral, ya que de quienes reportaron tener una ocupación sólo el 61.7 por ciento desarrollaba una actividad dentro del sector formal, el 67 por cierto no recibe remuneración o recibe hasta dos salarios mínimos, y sólo el 23 por ciento de los 14.3 millones de jóvenes que declaró tener empleo tiene derecho a solicitar un crédito para vivienda.