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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de julio (Quadratín México).- El empleo de niñas y niños como “espías” durante el pasado proceso electoral para supervisar la presunta coacción y compra de votos no sólo violó sus derechos humanos sino que los criminalizó al usarlos como “halconcitos”,denunció Nashieli Ramírez, al señalar que en este sentido existen evidencias de que al menos 723 menores fueron utilzados por partidos políticos no determinados.
“Al ubicar o colocar a los niños como potenciales criminales, lo que se hace es predisponer que de halconcitos se conviertan en halcones (al servicio del crimen organizado) cuando sean mayores”, explicó.
La consejera de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) señaló que el término resulta además discriminatorio para 39 millones de infantes y debiera haber una indignación de la sociedad por la utilización de esa expresión.
Luego de la denuncia de organizaciones sociales que documentaron la presencia de 723 menores en 21 estados del país realizando labores de espionaje electoral, Ramírez condenó el empleo de los menores en estas prácticas.
Sin embargo, las organizaciones y Ramírez omitieron especificar qué partidos políticos son los que utilizaron a los menores y si se va a proceder legalmente contra ellos.
La consejera del organismo defensor capitalino hizo notar que para contrarrestar situaciones como éstas la CDHDF puso en marcha hace un mes su “Estrategia por la infancia”, a través de la cual se busca visibilizar los derechos de los menores.
Aseguró que hay una preocupación por el trato que se les da a niños y niñas como objetos y no como personas sujetos de derechos, lo que se traduce en violencia y numerosas formas de discriminación.
Detalló que la agenda de los infantes no es la de los adultos.
“La de ellos es tener una familia que los cuide, tener recreo, que no los maltraten. Incluso los temores de los más pequeños en la calle no son los delincuentes, sino los perros, a sentirse solos”, dijo.
A su juicio, con el término de “halconcitos” de entrada los están criminalizando, los etiquetan, y en lugar de promover en la sociedad una indignación por el uso de los niños lo que hacen es promover una crítica a un menor que es utilizado con fines electorales.
Ramírez recordó que a finales de abril pasado surgieron muchas voces que criticaron los anuncios de los llamados “niños incómodos”, que representaban situaciones de violencia, actuando como delincuentes, policías corruptos o narcotraficantes, pero nadie se ha pronunciado en contra del abuso electoral de los niños.
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