Recomienda IMSS disfrutar época decembrina sin descuidar la salud
GUADALAJARA, 7 de septiembre (Quadratín México).- El consumo indiscriminado de testosterona que se toma para ganar masa muscular y un cuerpo más atlético, es uno de los riesgos para el cáncer de próstata temprano, antes de los 50 años de edad, así como daño cardiaco.
El experto en Endocrinología del Instituto Mexicano del Seguro Social, José Antonio Escalante Pulido, destacó que son muchos los hombres y mujeres que acuden a gimnasios y para obtener resultados más rápidos en su crecimiento muscular, consumen esta hormona, sin pensar en los problemas que les traerá.
Detalló que la administración no supervisada de testosterona, bloquea el ciclo hipófisis-hipotálamo-gónada, es decir, el que regula la producción de hormonas sexuales, de manera que en el hombre se traduce en atrofia testicular, mientras que en las mujeres, les crea rasgos viriles.
Destacó que la hormona tiene especificaciones muy concretas, como en el caso de pacientes pediátricos, que por enfermedad, sufren de extirpación testicular. “Hay niños en los que los testículos no descienden, se quedan atrapados en el canal inguinal” y deben ser retirados quirúrgicamente, dijo.
A estos pacientes se les administra testosterona de por vida porque, debido a la ausencia testicular, su organismo no la produce y al darles este suplemento hormonal, se les ayuda a desarrollar músculo, vello corporal y facial y otros caracteres sexuales secundarios, apuntó.
Sin embargo, en el caso de fisicoculturistas, que consumen esta hormona indiscriminadamente para crear y conservar músculos grandes, se ha comprobado que, entre las repercusiones más graves, desarrollan cáncer prostático de manera temprana, es decir, antes de los 50 años, reiteró el entrevistado.
Si quien la consume es mujer, puede aparecer crecimiento de la barba, voz grave, irregularidades del ciclo menstrual, incluso amenorrea (ausencia de menstruación) aumento de la masa muscular viril, hipertrofia (crecimiento) del clítoris y otros, tras largos periodos de consumo de la sustancia, apuntó.
Igualmente se ha comprobado que quienes han consumido testosterona sin control médico durante lapsos de entre uno y siete años, tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado, precisó.
Escalante Pulido señaló que el ejercicio físico periódico junto con una dieta rica en proteínas, contribuye de una manera más sana al crecimiento y fortalecimiento muscular y aún en este caso, debe buscarse asesoramiento profesional.
QMex/NTX/oab