Con cédula digital avanza IMSS en la transformación de sus servicios
CIUDAD DE MÉXICO., 27 de octubre de 2021,- Como parte de una acción global que se realizó en ciudades como Ámsterdam, Kiev, Bruselas, Londres y Atlanta, un grupo de activistas llevaron a cabo la performance La muerte está de luto en las calles de la Ciudad de México para instar a líderes del G20 a tomar acciones reales sobre el acceso global a las vacunas de covid 19, incluido presionar a los fabricantes de biológicos para que compartan sus conocimientos y tecnología e impulsar la producción mundial de las mismas.
Esto forma parte de la iniciativa Vaccinate Our World (VOW) liderada por AIDS Healthcare Foundation (AHF) señaló un comunicado de prensa.
‘La muerte está de luto’, porque la COVID-19 ha dejado una huella dolorosa en América Latina, en un momento en que nuestra tradicional celebración de la muerte y el recuerdo de las almas de los difuntos ha cambiado. Nos duele a todos en nuestra cultura e identidad», dijo la Dra. Patricia Campos, Jefa de la Oficina de AHF para América Latina y el Caribe. «La próxima Cumbre del G20 es una oportunidad para que los líderes mundiales finalmente den un giro a la pandemia al garantizar el acceso a las vacunas para todo el mundo, que comienza con la renuncia a las patentes de las vacunas COVID-19 y la garantía de la transferencia de tecnología de las compañías farmacéuticas. Los líderes de los 20 países económicamente más poderosos deben trabajar para disminuir el sufrimiento de millones de personas en regiones muy afectadas, como América Latina y poner al mundo en el camino de la recuperación».
Aproximadamente el 76% de los 3,800 millones de dosis de vacunas administradas a nivel mundial han sido en países ricos, y solo el 3% de las personas en países de ingresos bajos y medios reciben al menos una dosis. Si la vacunación continúa al ritmo actual, los países de bajos ingresos esperarán hasta aproximadamente el 2041 para vacunar al 70% de sus poblaciones. La pandemia también provocó una pérdida de al menos 4 mil millones de dólares en producción económica solo en 2020, sumiendo a miles de millones de personas, en la pobreza. Un informe de la Brookings Institution estima que, de todas las muertes en el mundo por COVID-19, el 69% de ellas han ocurrido en países en vías de desarrollo.
«Si bien los programas de vacunación están avanzando, muchas regiones y países todavía están atrasados», dijo Terri Ford, Jefa de Advocacy y Política Global de AHF. «El virus, como el mundo ha visto, no conoce fronteras. Si la transmisión continúa en todo el mundo, podrían aparecer variantes peligrosas que sean más resistentes a las vacunas actuales, lo que requerirá más confinamientos, prolongará la pandemia y devastará aún más las economías de las naciones ya frágiles. Los países de ingresos bajos y medianos necesitan de los líderes del G20 para impulsar la producción de vacunas en todas partes, no solo en un puñado de países ricos».
«La COVID-19 ha dejado más de 4.9 millones de muertos a nivel mundial, y el 31% de esas muertes ocurrieron en América Latina. Eso no es justo», dijo el Dr. Jorge Saavedra, Director Ejecutivo del Instituto para la Salud Pública Global de la Universidad de Miami y Embajador de Salud Pública Global de AHF. «Esto muestra las disparidades que los países de ingresos bajos y medios han enfrentado durante la pandemia y es la diferencia entre la vida y la muerte para millones de personas que viven en la pobreza, sin información, con pocas medidas de protección y con vulnerabilidades económicas y sociales que empeoran la situación».
Para llamar la atención sobre estos graves problemas, la campaña Vacunar Nuestro Mundo VOW, con el respaldo de 500 organizaciones en todo el mundo, organizó el performance «La muerte está de luto». La pieza artística fue dirigida por el artista mexicano Edgar Olguín, quien también creó la serie #Danzatrinas concepto que ha viajado a Moscú, Beijing, El Salvador y pronto a Nueva York.
La campaña VOW pide a los líderes del G20 que tomen las siguientes medidas para mitigar de manera urgente los efectos de la pandemia y vacunar a nuestro mundo:
1. Apoyar las exenciones de patentes sobre las vacunas COVID-19 y transferencia de tecnología a países en desarrollo para aumentar la producción de manera regional y vacunar a nuestro mundo.
2. Aumentar el acceso a la tecnología de secuenciación genómica para que todos los países puedan monitorear de manera oportuna la aparición y propagación de nuevas variantes del SARS-CoV-2.
3. Recaudar al menos 100 mil millones de dólares, suficientes para asegurar dosis suficientes para vacunar a nuestro mundo ahora.
4. Comprometerse con la cooperación global como la única forma de abordar las pandemias: ningún país es seguro hasta que todos los países estén protegidos.
5. Garantizar el 100% de transparencia entre países: el intercambio de toda la información y datos relacionados con la salud pública mundial es fundamental para hacer frente a ésta y futuras pandemias.
6. Ampliar el mandato del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria para establecerlo como el principal mecanismo de financiación para combatir las pandemias actuales y futuras.
7. Redactar una nueva Convención Mundial de Salud Pública que sirva como sistema mundial de gobernanza de la salud para responder rápidamente a futuros brotes y pandemias.
«Frente a la crisis actual, existe una oportunidad única para rediseñar toda la arquitectura de la salud pública mundial. Esta transformación debe basarse en tres principios fundamentales: transparencia, rendición de cuentas y cooperación. Se debe promulgar una nueva Convención Mundial de Salud Pública para satisfacer las necesidades de hoy y del futuro», dijo el Dr. Saavedra, coautor del artículo de investigación “Convención Mundial de Salud Pública para el Siglo 21”, publicado por la prestigiosa revista The Lancet Public Health.
Además, enfatiza que «la Convención Mundial de Salud Pública debe servir como base para una arquitectura de salud global equitativa y receptiva, que sea capaz de ofrecer rápidamente resultados que salven vidas durante emergencias y brotes de salud internacional».
«Debe tener un mandato fuerte que influya en las decisiones correctas para superar problemas como el acaparamiento y las desigualdades en el acceso a vacunas y medicamentos, y la renuencia de algunos países a compartir datos epidemiológicos de manera transparente y oportuna para el beneficio y la seguridad sanitaria de todas las naciones», agregó el Dr. Saavedra.