Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO., 28 de octubre de 2019.- La idea de bajar el precio de los libros, publicar buenos volúmenes y cambiar el mundo con estos resulta muy atractiva para la dirección del Fondo de Cultura Económica (FCE) y estimula a varios sectores de la sociedad, pero las dificultades «formales y burocráticas» hacen lento este trabajo, advierte el director de la editorial Paco Ignacio Taibo II.
«Ha sido pesado desmontar el viejo estilo, aunque por ahí hemos detectado fenómenos de corrupción; lo que fundamentalmente prevaleció en el FCE era el desprecio absoluto por el dinero público.
«Se pensaba: este dinero es público, bótalo. Nosotros somos franciscanos, apaches ilustrados, somos la austeridad de a de veras. Aquí no hay galletas en las reuniones y si bebes refrescos y café es porque lo trajiste, ya nadie va a una feria de libro a pasear u hospedarse en hoteles de lujo», señala el escritor, quien desde el enero del 2019 asumió las riendas de la llamada empresa de fomento cultural y editorial.
En entrevista en la sede central del Fondo de Cultura Económica ubicada al sur de la Ciudad de México, Taibo II señala que en la sala contigua a su despacho tiene lo que considera parte de los logros en sus primeros ocho meses al frente de la casa editorial. En una mesa circular se encuentran los 283 títulos que se han publicado en este periodo, de los cuales la mitad son nuevos libros que ingresaron al catálogo del FCE.
El FCE, sostiene Taibo, ha vendido en este año cerca de dos millones de libros en los que se incluyen clásicos para la academia o textos para estudiantes de educación media y superior, además de las obras de autores universales y contemporáneos.
«Creamos una Colección Popular, pero de verdad popular y lanzamos con el nombre de Vientos del Pueblo, llevamos 25 títulos publicados de literatura, poesía, cuentos, ensayos periodísticos, reportaje y narrativa, que cuentan con ilustraciones, y cuyos precios van desde los 9 nueve a los 20 pesos. Esto nos permitió entrar a esos sectores en donde no habíamos llegado.
«Cambiamos la Colección Popular del Fondo volviéndola una serie de literatura accesible a jóvenes y a quienes leen por placer y buscan una reflexión más o menos continua, se trata de serie en donde hay fantasía, ciencia ficción, policiaca, reportaje, nos fue muy bien con el primero de esta colección que fue Réquiem por Teresa, del guatemalteco Dante Liano, el cual ya va por su tercera edición, una novela tremenda», afirma el directivo quien como escritor es uno de los autores con mayores ventas en habla hispana.
¿La política de poner el precio de los libros en rangos de 30 a 150 pesos, cómo va?
-En las nuevas cosas que estamos publicando va bien, hemos logrado sacar Canek de Ermilo Abreu en 30 pesos, también la Rama Dorada Frazer que costaba 280 pesos, ahora sale en 170 pesos, y es que se fijaban los precios de maneras muy arbitrarias. Si mejoramos la distribución y aumentamos los tirajes podemos bajar los costos y eso, estamos haciendo.
Por otro lado, un libro en bodega vale cero y si lo sacamos de ahí y lo ponemos en 25 pesos, encontró un lector y adquirió un valor, entonces estamos bajando precios de bodega para seguir estimulando el aumento en las ventas y disminuir las cargas de bodega.
Es toda una aventura, porque el Fondo y Educal, que también va en este proceso, forman parte de un proyecto nacional de fomento a la lectura. Y todos los días se tienen que equilibrar esos dos factores, una editorial y una empresa.
«Ha sido pesado desmontar el viejo estilo, aunque por ahí hemos detectado fenómenos de corrupción; lo que fundamentalmente prevaleció en el FCE era el desprecio absoluto por el dinero público». Paco Ignacio Taibo II.
El hueso duro de roer
Para ejemplificar lo que considera como el “desprecio” por el dinero público en anteriores administraciones, Taibo señala que le fue heredada un deficit acumulado de un millón 300 mil dólares por las pérdidas anuales de las 10 filiales que mantenía en el FCE fuera de México.
Las filiales de Chile, Argentina, Perú, Colombia, Ecuador, España y Guatemala eran un “desastre” todas perdían dinero, recibían libros que nunca pagaban, tenían bodegas con libros inmóviles, asegura el Director del FCE.
El hueso duro de roer, como define Taibo a la reestructura de sus representaciones en el extranjero pasó por cambiar directivos, cerrar las sedes de Caracas y Sâo Paulo y dejar de mantener una bodega ubicada en una zona industrial de España, de la cual ni siquiera se pudo localizar la llave del inmueble que no justificaba su uso.
¿En México han cerrado librerías?
-En México no cerramos librerías, nos las han cerraron, una fue un gobierno estatal y un gobierno municipal, coincidentemente nos dijeron que el inmueble que ocupábamos ya no era de nosotros, fueron los casos de los Cabos y Oaxaca. Pero ahora estamos en condiciones de crear seis nuevas librerías.
Recientemente inauguramos una librería en Puebla, vamos por otra en la alcaldía Gustavo A Madero porque no teníamos en el extremo norte de la Ciudad de México ninguna, otra es en Cancún, tres en Chihuahua; 2 en la capital y una en Juárez, todas ellas con costo cero.
Las instituciones (universidades y gobiernos) ponen el local, la renta el agua y nosotros, ponemos los libros y el director de la librería, al mismo tiempo vamos depurando las librerías existentes pero es un proceso en el que vamos lento.
Algunos casos eran terribles, en Monterrey estábamos ubicados en un edificio que costa 20 millones de pesos y que tenia una asistencia de 30 personas, es un ejemplo de la herencia que hemos tenido de gastar el dinero a lo tonto y en tono derrochador. Al te hago un favor y me haces otro.
Entonces estamos buscando librarnos de esa librería en Monterrey e irnos a un local en el centro de esa ciudad, aunque sea rentado.
Hay una librería (Hospicio Cabañas en Guadalajara) en la cual para ingresar tenias que pagar una entrada al museo, ademas que no tiene puerta a la calle, lo cual es un error, estaba perdiendo dinero todos los meses.
Llegar a todos lados con motolibrerias
La librerías del Fondo de Cultura Económica se encuentran en toda la República Mexicana pero aún no llegan a la mayor reserva de lectores que que se encuentran en las alcaldías de Iztapalapa y Gustavo A. Madero (GAM)
Este 29 de de octubre se abrirá la primera librería del FCE en la GAM y se ubicará en el Centro de la Juventud, el Arte y la Cultura Futurama mientras que en Iztapalapa los libros podrían llegar por medio de la motolibrerías, que emulan a los librobús que recorren la periferia de la Ciudad de México.
Con la flotilla de librobús del Fondo Educal se llegan a 600 escuelas de educación básica al año, al habilitar una motocicleta con un librero se podría llegar a las 4 mil primarias en la Ciudad de México e incrementar la cobertura, considera Taibo II aunque revela que aun se trata de un proyecto en ciernes.
¿Cómo funcionarían las motolibrerías?
-Tomamos la determinación de empezar con el diseño y la creación de motolibrerías, se necesita un conductor que tenga licencia, que sea librero y chofer, requiere de un organizador que planifique y un montón de escuelas que hagan propaganda.
El motolibrero llegaría a una escuela pactada de antemano con maestros y directivos, y entonces van acompañados de artistas que hacen títeres y en el patio de la escuelas se venden libros, hay animación y cuenta cuentos.
Creemos que motolibrerías nos permitirán replicar programas muy exitosos como el librobús para hacerlo un proyecto nacional para atender a sectores desprotegidos.
El reto es como volvemos los programas piloto que han salido muy bien en programas con mayor alcance en términos de números, insiste el Director del FCE.