
Teléfono rojo
@guerrerochipres
Existe un principio en química acerca de la conservación llamado Ley de Lavoisier, el cual expone que la materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Lamentablemente, este fenómeno también es aplicable a la violencia dentro de las aulas.
Hasta hace algunos años —y todavía en algunos lugares—, se empleaban los castigos físicos como herramienta “formativa”. Los métodos pedagógicos se transformaron en atención al principio del interés superior de la niñez, con lo que toda conducta docente que implique un daño a las y los estudiantes está prohibida.
Sin embargo, las agresiones tienen ahora otras formas.
La violencia psicológica es una realidad que afecta a las y los estudiantes. De acuerdo con los reportes atendidos en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, provenientes de todo el país, entre 2022 y este año se ha dado apoyo a 3 mil 427 estudiantes que refieren problemas escolares.
Las principales situaciones que enfrentan los varones es bullying o ciberbullying, y las mujeres reportan ansiedad relacionada con su rendimiento escolar.
Casi un mes después de que Ietza Abril, de 15 años, alumna de la Escuela Nacional Preparatoria número 3 “Justo Sierra” de la UNAM, fuera encontrada muerta, familiares y compañeros protestaron por la violencia escolar que enfrentaba la joven.
Luego de indagar sobre las causas de su suicidio, su familia encontró mensajes en su celular donde hacía referencia al acoso escolar del que habría sido víctima por parte de profesores, quienes criticaban su voz y cuestionaban sus conocimientos.
No se trataría de un caso aislado de violencia, sino de la normalización de agresiones psicológicas desarrolladas por los docentes dentro de las aulas.
La manifestación de los sentimientos y las emociones requiere de una educación emocional previa y constante, y de lazos comunicativos sanos. Reconocer que alguien nos genera daño, señalarlo y denunciarlo es la vía para la resolución del acoso escolar.
El cuerpo docente es consciente de que, ante sus agresiones verbales, es probable que las y los alumnos no reporten o denuncien por la verticalidad en la relación maestro-alumno.
Aunque reconocemos la importancia de las y los profesores como responsables de la formación, no tienen facultad sobre la integridad, física y emocional de las y los estudiantes. La educación y la violencia no van de la mano.
En la Línea de Seguridad o Chat de Confianza, 55 5533 5533, del Consejo Ciudadano, ofrecemos apoyo jurídico y psicológico gratuito y confidencial a la comunidad estudiantil de todo el país.
No están solas ni solos.
Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México