Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Dimes y diretes en licitación de vales capitalinos
Vaya lo que se vivió el jueves pasado (14 de noviembre), en la compra de los vales de fin de año del Gobierno de la Ciudad de México, a cargo de Clara Brugada, en donde el único protagonista fue la firma Broxel, de Gustavo Gutiérrez. Este proceso, que en teoría debía incentivar la competencia mediante una subasta en reversa, terminó por ser una puja de Broxel contra sí mismo.
Me explico, pues de las tres empresas que adquirieron las bases de la licitación, el proceso realizado a contrarreloj, sólo dio paso a un competidor. Pues el 12 de noviembre, con la presentación inicial de propuestas.
Ese día Broxel ofreció un 1 por ciento de bonificación, pero cuando llegó el momento de la subasta pública, dos días después, esta “compensación” inicial fue de un 0.01 por ciento, número ridículamente bajo considerando que en 2020 ofrecieron ellos mismos una reducción final de más del 8 por ciento.
Así, la única firma que pudo competir e intentar entrar en este trabuco fue Toka Internacional, de Hugo Villanueva Cantón, y fue descalificada bajo unas reglas de juego que ya levantan serias sospechas sobre el equipo de la Secretaría de Administración y Finanzas, a cargo de Juan Pablo de Botton.
Y es que, durante la sesión de la adjudicación final –transmitida en vivo por YouTube–, la valera Toka tuvo acceso como oyente y con sólo dos oportunidades para participar pudo exhibir las anomalías del proceso.
Llama la atención que Toka llegó a ofrecer una bonificación del 4.2 por ciento en el estudio de mercado. El eco de esta participación, presuntamente confidencial, causó reacción inmediata de Broxel, quien terminó ajustando su ínfima oferta inicial mediante 10 rondas de subasta hasta igualar, curiosamente, la cifra ofrecida por su competidor.
La idea de un solo participante subastando ronda tras ronda contra sí mismo, superando su propio precio, es difícil de justificar en términos de transparencia y competencia efectiva.
Si bien es cierto que las reglas permiten al único licitante continuar mejorando su postura, el proceso en sí mismo pierde el carácter que debería tener una subasta pública y por las trabas que enfrentó uno de los participantes.
Ahora la Secretaría de la Contraloría capitalina, que lleva Juan José Serrano, deberá desahogar las inconformidades de los proveedores afectados, quienes desde las propias bases denunciaron bloqueos de parte de la Central de Abastos, de Mónica Pacheco, para concederles un convenio de afiliación nodal para seguir en el concurso. Atentos
*** Llega a Cancún Náutica y Naúma
Un nuevo y exclusivo proyecto inmobiliario está por llegar a Quintana Roo, de Mara Lezama. Se trata de Nautica Residences by Naúma, una propuesta liderada por Isaac Zonana Saba que busca redefinir los estándares de la vivienda de lujo en Cancún, fusionando exclusividad con un enfoque sostenible.
Este desarrollo de alta gama se inspira en el concepto de Hotel Living, ofreciendo un entorno único donde la calidad de los materiales de construcción y la amplia oferta de amenidades de lujo se combinan para ofrecer una experiencia incomparable, similar a la de un resort de cinco estrellas.
Los residentes podrán disfrutar de un spa con tratamientos faciales, jacuzzis y áreas para la relajación, además de un gimnasio de vanguardia. Entre otras instalaciones destacadas se encuentran un cine privado, un espacio de coworking, un salón de té y zonas infantiles.
Con planes de expansión no solo en el Caribe mexicano, sino en todo el país, Naúma se perfila como esa opción para quienes buscan un estilo de vida elevado, pero amigable con el medio ambiente.
*** Aliado del futuro
TOME NOTA *** La inteligencia artificial (IA) ya no es solo una promesa tecnológica, sino una realidad que redefine la manera en que trabajamos. Pero, como señaló Franco Palacios, CEO de Creai, su verdadero valor no está en reemplazar a las personas, sino en ser un aliado que simplifique tareas repetitivas, reduzca errores y libere tiempo para labores más creativas y estratégicas.
La IA permite tomar decisiones más rápidas y precisas al procesar grandes volúmenes de datos, transformando los negocios en entornos más eficientes y competitivos. Sin embargo, no basta con adoptarla; es clave trabajar en sus sesgos y garantizar un equilibrio ético.
El futuro no es humano contra máquina, sino humano y máquina. Colaborar con la IA no solo potenciará nuestras habilidades, sino que nos permitirá construir empresas más ágiles y, sobre todo, más humanas. El reto está en cómo la utilizamos para que beneficie a todos.