Abanico
Triste realidad
Ver para creer, un país de jóvenes como México, en donde no tienen oportunidades de empleo y su futuro puede centrarse en terminar con un trabajo paupérrimo, aunque hayan estudiado. Y no lo digo yo, las cifras hablan por sí.
De acuerdo con cifras oficiales del INEGI, muy alarmantes, por cierto, el desempleo entre los jóvenes de 20 a 24 años es de 23.5 por ciento del total de desempleados de México. Sobre todo, porque México casi la mitad de los desempleados, son jóvenes menores de treinta años.
Mientras que el segmento de 25 a 29 años de edad, al que corresponde 18 por ciento de los desocupados totales, mostró su mayor tasa desde el primer trimestre de 2005. Otro 12 por ciento corresponde a los desocupados de 15 a 19 años.
La situación laboral para el segmento de la población más joven del país abre otra problemática, ya que, en el mismo lapso, seis de cada 10 jóvenes ocupados de 15 a 19 años trabajaron informalmente.
En el primer trimestre del año, los jóvenes de 20 a 29 años representaron 41.5 por ciento del total de desocupados del país, que sumó 2.1 millones de personas. Esta tasa de desempleo juvenil fue la mayor en más de 11 años.
Datos del INEGI indican que alrededor de 887 mil 282 personas de 20 a 29 años no contaban con un empleo en el primer trimestre del año, cifra que revela la más grande proporción de jóvenes desempleados al menos desde 2005, año en que inicia el registro de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
La otra cara
Sin duda, el candidato electo a gobernador por Quintana Roo con la alianza PAN-PRD, Carlos Joaquín González, tendrá que hacer una limpieza a fondo en su estado, pero sobre todo de la imagen que debe tener el mandatario estatal, sus dos antecesores, Roberto Borge y Félix González Canto, se esforzaron por enlodar esa figura que hoy muchos mexicanos repudiamos y relacionamos con la corrupción.
Ya sin añadir sus relaciones con el narcotráfico y el enriquecimiento abierto e impune que hicieron saqueando las arcas de la entidad, que no es dinero suyo sino de sus conciudadanos, y endeudándose hipotecando así el futuro de generaciones.
Y para muestra, un botón. Beto Borge como conocían a ese chamaco regordete y cachetón, no era conocido salvo en Chetumal, donde nació en l979 y a su padre Roberto Borge Martín lo encarcelaron por cometer fraude fiscal.
A los 23 años Roberto Borge fue contratado por el gobernador Félix González Canto como su secretario particular, más tarde como Tesorero General del Estado y después Oficial Mayor.
En 2009 fue nombrado diputado del PRI. La idea era ponerlo en la mira pública como precampaña electoral. Dejó la diputación en menos de ocho meses; pero antes, su boda fue pagada con recursos del erario. Los correos electrónicos publicados hace años demuestran cómo el gobernador Félix González erogó tres millones de pesos de dinero estatal para la fiesta con 900 invitados.
Con 33 años, Borge se convirtió en gobernador. A los 10 meses de asumir la gubernatura pagó con recursos públicos 11 millones y medio de pesos para liberar los gravámenes que el Registro Público de la Propiedad tenía sobre su padre.
El joven creó en seis meses un ambiente de terror entre sus colaboradores; utilizó a 90 elementos policíacos para buscar a su perro Simón y lanzó una amenaza a quien tuviera al can.
Ha pasado más de una tercera parte de su mandato fuera del país en viajes de placer, utilizando la empresa de jets privados subsanada con recursos públicos.
“Botarga puño de hierro” le llama un priísta ex colaborador que trabajó a su lado durante cuatro meses. Fue Borge quien prometió a Peña Nieto que el tricolor recuperaría el estado en 2013 (durante años el PRD gobernó el norte del estado, la zona más rica y productiva).
Borge llevó a cabo uno de los más grandes desvíos de recursos de bienestar social de la historia de Quintana Roo. Desfalcó al DIF y al Instituto Quintanarroense de las Mujeres (IQM). Instancias que reciben recursos de coinversión federal, estatal y municipal.
Desvió dinero del Fonden, Sedesol y del PAYMEF para la compra de votos. Las quiebras resultadas de esos desvíos comienzan a evidenciarse. Y como siempre, nadie dijo nada, nadie dirá nada.
También ordenó el cierre de las oficinas del Instituto. Exigió a quienes laboraban en el IQM que firmaran su renuncia. Las que se intentaron rebelarse aduciendo que el presupuesto del IQM estaba etiquetado y debe resarcirse, fueron amenazadas.
Borge gastó 3 millones de pesos para remodelar su palco en el estadio de beisbol (la mitad del presupuesto anual del Instituto de las Mujeres). Quintana Roo no está quebrado, se creó un sistema paralelo de finanzas que escapa al escrutinio público, pero no a la investigación periodística. Y esto es sólo un pincelazo de lo que hizo en su inicio el regordete y cachetón.
Y van por más
TOME NOTA *** En 5 años, la cadena hotelera estadounidense Starwood, una de las más grandes a nivel global, espera operar entre 10 y 15 hoteles más en México. Las marcas insignia que opera la holding estadounidense son The Luxury Collection, St. Regis, W Hotels, Sheraton, Westin, Aloft y cinco marcas más. Starwood tiene mil 308 hoteles bajo su sistema y un total 372 mil 934 habitaciones a nivel global.