Alista Brugada 25 acciones para combatir la violencia vs mujeres en CDMX
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de septiembre de 2017.- Horas después de haber adelantado el Grito en Chiapas, el presidente Enrique Peña Nieto encabezó la ceremonia del 207 Aniversario de aquel momento cuando el cura Miguel Hidalgo inició el levantamiento de armas desde la parroquia del pueblo de Dolores Hidalgo, Guanajuato, la madrugada del 16 de septiembre de 1810, y dio paso a la Independencia de México.
Esta vez, su discurso no fue homogéneo, como lo había venido haciendo a lo largo de su sexenio, pues este año incluso podría parecer cuando su antecesor Felipe Calderón Hinojosa, en 2010, llevó a cabo dos ceremonias: una, la noche del 15 en el Palacio Nacional y la segunda en Dolores Hidalgo para conmemorar el bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución Mexicana, en el mismo lugar, sitio y hora donde lo dio Hidalgo y Costilla.
La diferencia es que Peña Nieto improvisó el primero enmarcado por la tragedia, a petición de los pobladores, durante su recorrido en una de las zonas más afectadas por el sismo de 8.2 del 7 de septiembre.
En su penúltimo año de gobierno, el Primer Mandatario lanzó el Grito de Independencia en el balcón central de Palacio Nacional y pronunció la arenga para rememorar a los héroes patrios, alternados de los ¡Viva México!.
Minutos antes de las 23 horas, tras colocarse la Banda Presidencial en su despacho, Peña Nieto se trasladó por los pasillos de los Salones Azul, Verde, Morado y el Embajadores, para después pasar al Salón de Recepciones, donde recibió la bandera nacional de la Escolta del Heroico Colegio Militar, otro año conformada en su totalidad por mujeres de la Escuela de Artillería.
El Titular del Ejecutivo federal estuvo acompañado de su esposa la Primer Dama, Angélica Rivera, quien lució un vestido negro con aplicaciones florales bordados por manos de artesanos oaxaqueños.
Enaltece solidaridad de mexicanos con afectados por sismos
La Campana de Dolores se escuchó repicar otro año más como lo han venido haciendo el Presidente en turno, para arengar: “mexicanos, vivan los héroes que nos dieron patria y libertad. ¡Viva Hidalgo, viva Morelos, viva Josefa Ortiz de Domínguez, viva Allende, viva Aldama, viva Galeana, viva Matamoros, viva Guerrero, viva Matamoros!
Este año, antes de rematar la arenga con: ¡Viva la Independencia Nacional! ¡Viva México, viva México, viva México!, Peña Nieto enalteció la unión del pueblo mexicano con: ¡viva la solidaridad de los mexicanos con Chiapas y Oaxaca!
Junto con la campana de Dolores resonaron las de la Catedral Metropolitana y se entonó el glorioso Himno Nacional, mientras el Mandatario mexicano ondeó la bandera nacional mientras se escuchaba la orquesta.
En el balcón central del Palacio Nacional volvió a aparecer el Titular del Ejecutivo federal, acompañado de la Primera Dama y esta vez con sus seis hijos: Paulina, Nicole, Alejandro, Sofía, Fernanda y Regina.
La Familia Peña Rivera se vistió de gala para presenciar los juegos pirotécnicos al tiempo que saludaban a los asistentes en el primer cuadro de la Ciudad de México.
Antes de caer la noche, la plancha del Zócalo más importante del país se empezó a llegar de personas provenientes de varios estados para disfrutar de la verbena popular de la noche mexicana cargada de música y colores patrios.
Las calles 20 de noviembre, 5 de mayo, 16 de septiembre, Francisco I. Madero y Monte de Piedad, se empezaron a abarrotar de familias enteras.
La Vocería de la Presidencia de la República confirmó que por tercer año consecutivo no habrá una cena de gala para los invitados toda vez que el Presidente Peña Nieto dedica su atención a coordinar y evaluar las acciones para auxiliar a la población damnificada por el sismo.
¿Qué gritó Miguel Hidalgo al Pueblo de Dolores?
De acuerdo a documentos en poder del Museo Casa de Hidalgo, de Dolores, Guanajuato, el discurso de Miguel Hidalgo, la madrugada del 16 de septiembre de 1810, al dar inicio a la independencia de México, fue el siguiente:
“Mis amigos y compatriotas:
No existe ya para nosotros ni el Rey ni los tributos.
Esta gabela vergonzosa que sólo conviene a los esclavos, la hemos sobrellevado hace tres siglos como signo de la tiranía y servidumbre; terrible mancha que sabremos lavar con nuestros esfuerzos.
Llegó el momento de nuestra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad; y si conocéis su gran valor, me ayudaréis a defenderla de la garra ambiciosa de los tiranos.
Pocas horas me faltan para que me veáis marchar a la cabeza de los hombres que se precian de ser libres.
Os invito a cumplir con este deber. De suerte que sin Patria ni libertad estaremos siempre a mucha distancia de la verdadera felicidad.
Preciso ha sido dar el paso que ya sabéis, y comenzar por algo ha sido necesario. La causa es santa y Dios la protegerá.
Los negocios se atropellan y no tendré, por lo mismo, la satisfacción de hablar más tiempo ante vosotros.
¡Viva, pues, la Virgen de Guadalupe!
¡Viva la América, por la cual vamos a combatir!”.