Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de julio de 2023.- Con Dicknidad vive Dave Brennan su presente, mientras cocketea con su pasado y piensa en su futuro con el tercer libro de su saga basada en sus experiencias y contada en primera, segunda y tercera persona, gracias al personaje de Rodrigo Ciantoro.
Siempre supe que serían tres libros; no sé si en el futuro sean más, porque tres se me hace un número más estable y místico que el dos o cuatro, y también hay varias cosas que vienen en tres… el sol, la luna y la ascendente en la astrología:
Dickinidad lo veo como mi sol, sagitario; Cocketeo, como mi luna, en escorpio, más profunda, y el tercero será mi ascendente tauro: los tiempos presente, pasado y futuro”, explica Dave, por Zoom, mientras también disfruta del sol, sentado en una palapa y con una bebida.
Luego de Dicknidad (2021) y Cocketeo (2023), el joven escritor, de 32 años de edad, adelanta, sin revelar el título, que para su siguiente obra “ya salimos de la mente del personaje, se supone que ya sanó en terapia y podemos hablar en tercera persona, más como un narrador”.
La terapia no sólo ha sido para el personaje de Rodrigo Ciantoro, sino también para su creador, Brennan, a quien le gusta hablar y escribir de temas delicados, de los que más sabe y son importantes.
“Así como en Dicknidad fue el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) y en Cocketeo es la depresión, ambos son trastornos que he tenido a lo largo de mis 32 años.
“El TDA más constante, como que ya es parte de mi personalidad, a veces medicado y a veces no. Y la depresión… creo que sí la época en el closet fue en la que estuve más deprimido y no sabía que lo estaba, como que nada más me comportaba de cierta manera y creía que era normal.
“Entonces, dije: quiero recordar esto, por más doloroso que sea, para tener una cierta catarsis, escribir acerca de eso; como que lo veo como un apapacho a mi niño de 13 años”, externa, emocionado y sonriendo, como tímidamente.
En el presente, Dave abre el segundo libro de su saga, Cocketeo, una precuela y secuela a la vez, porque el personaje después de Dicknidad va a terapia, muy meta y le escribe los capítulos a una terapeuta, quien los lee y lo platican.
Yo hice eso en la vida real: fui con una terapeuta, le escribí estos capítulos y le dije: ‘oye, me gustaría que me ayudaras a escribir esta intervención’, sobre lo que me pasó y fui cien por ciento honesto: aquí es ficción, aquí no, aquí le cambié la profesión, la nacionalidad o lo qué sea
Y pues son eventos que vive el personaje, que viví de él en la pubertad, de los 13 a los 20 años, cuando estaba en el closet. Aquí la transformación es más clara y más grande que en Dicknidad; aquí pasó de ser un ñoño estudioso sin amigos, a los 13 años, closetero a el monstruo social, joto empedernido que es Rodrigo a principios de Dicknidad”, relata, seguro y sin tapujos.