Escenario político
Cuentan ya muchos que en la Secretaría de Energía se respira nerviosismo. ¿Qué es lo que tiene muy alterada a Rocío Nahle en la víspera de la entrega el 2 de julio la refinería de Dos Bocas? Será porque en por lo menos en dos ocasiones el presidente López Obrador le ha soltado: “¿Verdad Rocío que sí va a quedar la refinería para julio?”
Dicen que son los muchos problemas que tiene la mega obra lo que le está quitando el sueño a la secretaria de Energía y que, según los afirman los que la conocen, ha vuelto más virulento su ya de por sí carácter intolerante y explosivo.
De entrada, el costo de la obra se ha disparado hasta en un 45 por ciento de su proyecto original, de tal forma que, de los 8 mil millones de dólares iniciales la obra ya va por los 13 mil millones y contando. Según los enterados todo parece indicar que para el cierre de la obra bien se podría duplicar lo que originalmente se proyectó como inversión.
Podría argumentarse que el costo de los materiales de alta especialidad importados, principalmente las piezas e ingenierías a base de acero, tuvieron ajustes a la alza por tratarse de compras en el mercado exterior; pero lo cierto es que en la Secretaria de Hacienda tienen otros datos.
En Hacienda comentan que, más bien los costos de construcción de la refinería se dispararon de manera desproporcionada por descomunales yerros en la planeación realizada por el equipo que encabeza la secretaria de Energía.
Por ese motivo se granjeó varias enemistadas con altos directivos de Petróleos Mexicanos al tomar decisiones sin consultar ni mucho menos conciliar, además de ignorar groseramente al director general de la petrolera, Octavio Romero Oropeza. De plano ya es pública e inocultable la confrontación del titular de Pemex con la responsable del sector energía, por diferencias de criterios para manejar la mega obra pero más por los modos y los desplantes de Nahle.
En el último tramo de construcción de la obra ya se perfilan graves señalamientos desde distintas entidades de gobierno empezando por la Secretaria de Hacienda a la que Nahle no ha podido comprobar muchos de los gastos extraordinarios por supuestas compras y estudios de los que no existen respaldos técnicos ni documentales.
En síntesis, la secretaria zacatecana perdió el control de la administración de la obra, y también tiene conflicto en el frente interno pues mantiene un clima ríspido y de creciente confrontación entre su propio equipo al que culpa del desorden y el evidente desaseo en el manejo de los millonarios recursos.
Así pues , parece que Nahle vivirá su Waterloo en 2 de Julio. Los enterados dentro de la 4T dicen además que a Nahle se le juntarán las facturas por las enemistades cultivadas con esmero en el proceso de construcción de Dos Bocas.
Sobre esto, sólo se debe recordar que Nahle encabezó, desde el inicio del proyecto, una revuelta institucional para evadir el cumplimiento de normatividades, como el estudio de impacto ambiental que entre otras cosas determina la viabilidad de la obra en términos de factibilidad de suelo, de tal manera que iniciado el proceso de refinación –no hay fecha definida, se habla de por lo menos un año- es un misterio cómo responderá la mega estructura refinadora en un terreno ganado al pantano de esa parte del edén tabasqueño.
Por lo que se ve se avecinan días aciagos a Doña Rocío.
Este lunes comenzará a circular una investigación que revela una indagatoria oficial en contra de un alto jerarca de la Cuarta Transformación involucrado en una operación de lavado de dinero por cientos de millones de pesos.
Ahí podrá conocerse el entramado financiero utilizado por destacados personajes de la 4T ligados a un grupo empresarial que utilizó el mismo mecanismo del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, para desviar, blanquear e introducir al sistema financiero mexicano recursos presuntamente ilícitos.