Abanico/Ivette Estrada
El enojo de los millonarios patrocinadores de Xóchitl Gálvez, hay que aclarar que no solo eran Claudio X González padre y Claudio X. González hijo, sino que hubo muchos más hombres del dinero mexicanos, y uno que otro extranjero, que también se pusieron con sus cuotas para impulsar a la que creyeron era una candidata espontánea y que llegó de la sociedad civil puesto que su narrativa siempre fue que ella nunca había pertenecido a ningún partido político.
Xóchitl hizo dos movimientos que pusieron recelosos a los millonarios que le apoyaron.
Primero fue que constituyó su círculo de mayor influencia con panistas que no eran afines al líder de esa organización, Marko Cortés. Gentes como Kenia López Rabadán, su jefa de oficina, Max Cortázar, su vocero y estratega, Santiago Creel, un panista ya muy pasado de moda que en nada convencieron a los patrocinadores de Xóchitl.
Y con ese grupo cerrado de panistas de viejo cuño, los que también se sintieron relegados fueron los dirigentes priístas, Alejandro Moreno y Rubén Moreira, así como Jesús Zambrano, el último mohicano de lo que fueron los Chuchos y su Nueva Izuierda.
Una vez que Claudia Sheinbaum ganó la elección por amplísimo margen, y que por lo tanto los millonarios “apoyadores” de Fuerza y Corazón por México no vieron claro que fueran a tener equilibrios en el congreso de la unión que viene.
Alito, Moreira y Zambrano, agandallaron las posiciones de lista en sus partidos, sin tomar en cuenta para nada a Xóchitl.
Lo mismo hizo Marko Cortés.
Y lo millonarios que apoyaron a Xóchitl, tampoco se vieron en ningún escenario del nuevo espectro de la correlación fuerzas políticas de México y de no estar representando representados por nadie.
Pero esos hombres del dinero que sustentaron en gran medida los gastos de campaña de la hidalguense, vieron que se generó una expresión ciudadana como lo que ocurrió con los miles que marcharon en la muy numerosa Marea Rosa.
Por ello de inmediato se reunieron con la candidata perdedora y el resultado de ese cónclave habría sido la recomendación de los millonarios de hacer un nuevo partido político.
El PRI y el PAN están en proceso de extinción.
El PRD ya está extinto.
Entonces todas las conciencias ciudadanas que motivó Xóchitl, deberían de ser llamados a formar un nuevo partido político.
Incluso ya se maneja el nombre de la nueva organización: SUMA.
Sería una organización como las que surgieron en España con Podemos y su similar derechista.
Ya hay una búsqueda de talentos políticos de entre 30 y 40 años, para encabezar la nueva organización.
¿Será?