![](https://mexico.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/Teresa-Gil-Aglae-Abreu-107x70.jpg)
Libros de ayer y hoy
En los últimos tres años la vida para los empleados del gobierno ha empeorado mucho; las conquistas sindicales de los trabajadores del estado se están perdiendo. Tener una plaza en uno de estos sindicatos era una verdadera suerte, tan buena, que incluso, se vendían las plazas. Ahora nadie quiere trabajar ahí, por ejemplo, en la cámara de diputados, el sindicato perdió prerrogativas, diversos premios ya no serán reconocidos ni otorgados, como el de puntualidad o el de productividad, entre otros, que a lo mejor algunos consideran regalos, pero incentivaban el trabajo y ahora simplemente se eliminarán.
Trabajar en el gobierno, hace varios años era muy motivante, se reconocía no sólo el esfuerzo, sino la preparación y la educación, también se respetaba la experiencia, de tal suerte que si se hacía carrera en el gobierno era posible que con mucho trabajo, ascendiera a un buen puesto con buenas prestaciones y un futuro para la vejez más o menos despreocupado.
La actual administración castiga en lugar de motivar, desde el inicio del sexenio se recortaron las plazas en todo el gobierno, primero en 20 por ciento, luego hubo un recorte del 75 por ciento de todo el gasto gubernamental y los despidos continúan. Desde el inicio del sexenio han hecho lo mismo con los empresarios, con todos los mexicanos, aunque el presidente asegure que no, se han creado nuevos impuestos, sobre todo enfocados a la llamada clase media, los que aspiramos a ser mejores y tener una vida más cómoda.
Es verdad que hay personas que nunca habían recibido nada y con este gobierno han recibido algo de dinero, pero no son todas, hay adultos mayores que no reciben una pensión, aún si cumplen con las condiciones que ha impuesto la 4T, lo sé, porque una de ellas es mi suegra. Lo mismo sucede con los demás programas, ninguno se ha puesto la meta en serio de llegar a todos los que necesitan alguna ayuda, este gobierno siempre queda a deber.
A nivel federal no hay una mejor infraestructura, ni mejores servicios, ni mejore la comunicación, tampoco ha bajado el precio de la energía eléctrica, el gas está controlado de manera ficticia, todos de una u otra manera, pagamos algo del gas y gasolina con nuestros impuestos, aun los que no usan esa energía. El gobierno gasta en sus “grandes obras” pero no en un beneficio que directo para todos, sólo para su clientela y a veces ni eso.
¿Dónde está todo el dinero que el gobierno se ha ahorrado al despedir a quien eran sus empleados? ¿Dónde está el dinero que el gobierno ha quitado a los sindicatos? ¿Dónde está el dinero que el gobierno confiscó de los fideicomisos? ¿Dónde está el dinero del terrorismo fiscal? ¿Dónde está el dinero de los nuevos impuestos? En medicinas y vacunas, no, en mejores servicios, no, en más escuelas, no, en ayudas a pymes, no. ¿Dónde?
Hay muchos negocios que se hacen al amparo de la bandera del combate a la corrupción y con el pretexto de que esto es una “transformación”, lo que han descubierto varios periodistas es sólo la superficie. Tiene razón el presidente, no son iguales, su gobierno será histórico. Un histórico robo y una gran mentira. No defiendo a los gobiernos anteriores, solo a sus trabajadores, los que por alguna razón laboran hoy, en esta nueva administración, en mandos medios o más abajo, tienen un salario indigno y trabajan mucho, mientras que los grandes burócratas con Gatell, Vilchis o Villamil, no sólo son ineficaces en su desempeño y ganan muy bien, sino que, además, se dedican a aumentar el caos.