Cerramos la etapa del institucionalismo neoliberal, considera Monreal
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de octubre de 2017.- Ya no tiene dinero para cubrir sus compromisos salariales ni para pagar la siguiente quincena de los profesores.
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo llegó a los 100 de su creación atravesando un momento crítico, prácticamente en la insolvencia económica.
En su insuficiencia presupuestal, la universidad creada por decreto logrado por el entonces gobernador Pascual Ortiz Rubio, el 15 de octubre de 1917, tiene un déficit de 850 millones de pesos para concluir el cierre de este año.
En entrevista exclusiva para Quadratín México el rector de la benemérita institución, Medardo Serna González adelantó que para 2018 están solicitando al Congreso recursos por tres mil 600 millones de pesos.
“Ya nos quedamos sin dinero”, lamentó al referir que desde inicio de este año advirtió que el presupuesto aprobado de dos mil 550 millones de pesos resultaba insuficiente.
Serna González acudió a la muestra gastronómica y artesanal Festejando 100 años de la Universidad Michoacana para conmemorar el aniversario de la institución, promovido por los Senadores de esa entidad.
El rector llegó ataviado con una vestimenta a la altura de un parlamento, marcando un código de los nuevos tiempos políticos: traje gris oscuro y en contraste una corbata de la firma de lujo inglesa Burberry, con un costo en México de casi cuatro mil pesos.
Eso no fue impedimento para que en su mensaje no dejara pasar la oportunidad de solicitar más recursos para las universidades públicas, ante los momentos críticos por los que atraviesan.
“Hemos aportado para el desarrollo integral de México y en estos momentos tenemos grandes limitaciones económicas, grandes problemas de carácter financiero”, subrayó el rector.
Más tarde dijo a esta agencia de noticias que hay siete instituciones que atraviesan por una situación crítica: Zacatecas, Nayarit, Oaxaca, Morelos, Tabasco, Estado de México y Michoacán. Algunas ya declaradas en la insolvencia económica, con los graves problemas que esto representa.
El Nicolaita pide el apoyo del gobierno federal y estatal, tomando en cuenta que las universidades públicas dependen de los subsidios que se les asignan para coadyuvar en un deber que tiene el Estado mexicano: dar educación gratuita de calidad.
De entrada, Medardo Serna se solidariza con los damnificados que dejaron los sismos del mes de septiembre. Sin embargo, asegura que no se puede descobijar a otros sectores. “El Estado mexicano tiene los recursos para tal efecto y la educación es prioritaria”, afirma.
Las siete universidades en crisis han llevado a cabo un trabajo extraordinario con la Subsecretaría de Educación Superior. Todavía no obtienen respuesta.
Quieren seguir aportando a la estabilidad y gobernabilidad de México. Pero sin el apoyo del Congreso y de los gobiernos federal y estatal se le avecinan momentos turbulentos.
El “pis-pas, pis-pas, calis calás, calis calás, shhh ¡pummm! ¡San Nicolás!” resonó en todo el Senado de la República confiando en que los consideren en el presupuesto de 2018 y no olviden a ninguna universidad pública, menos a la centenaria Universidad Nicolaita.