Encabezan Rubén Rocha y García Harfuch reunión para la paz en Sinaloa
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de julio, Quadratín México).- La extrema violencia usada por los cárteles mexicanos de la droga, con decapitaciones y desmembramientos, ha sido heredada a las pandillas salvadoreñas, señala la Procuraduría General de la República (PGR).
El diario Excelsior, menciona que la PGR informó que la comunicación entre las organizaciones criminales mexicanas y las centroamericanas iniciaron esta práctica sádica: Los Zetas y los hermanos Beltrán Leyva, asegura, recibieron adiestramiento del grupo delictivo Mara Salvatrucha (M-13), con la que aterrorizan a sus rivales.
La PGR señala que los grupos delictivos mexicanos se han relacionado con la M-13 para realizar el trasiego de droga desde Centroamérica hacia Estados Unidos.
Con la PGR como fuente principal, el diario agrega que se desconoce el número de maras que se encuentran en territorio nacional, sin embargo, informó que han sido aprehendidas en México mil 373 personas relacionadas con esa pandilla.
De acuerdo con la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), las decapitaciones comenzaron a ocurrir en nuestro país desde 2004 y no han parado.
Las procuradurías estatales de Justicia reportan que de 2007 a septiembre de 2011 han sido decapitadas o desmembradas cinco mil 323 personas.
Baja California, Tamaulipas y Chihuahua son las entidades federativas donde la SIEDO ha registrado mayor presencia de los pandilleros centroamericanos reclutados por los cárteles mexicanos.
En el Reporte 2008 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se advirtió a México que había alrededor de cinco mil células de los M-13.
“La decapitación se presenta en la Mara Salvatrucha como una forma de manifestar su barbarie y la necesidad de ganar notoriedad dentro de la pandilla; sus integrantes han cometido una serie de homicidios y asesinatos con mutilaciones y decapitaciones que causaron conmoción en Centroamérica”, señala el informe.
Según la SIEDO, los Maras mantuvieron en 2004 diversos nexos con el cártel de Sinaloa que dirige Joaquín El Chapo Guzmán, siendo la organización de los Beltrán Leyva su brazo ejecutor denominado Los pelones, quienes les enseñaron a infligir el miedo a través de las decapitaciones y de las torturas extremas a sus rivales para ganarse respeto y mantener a la organización en el liderazgo criminal.
En 2004, el cártel de Sinaloa mantenía una disputa con el cártel del Golfo, siendo Los Zetas su brazo armado.
La dependencia federal indica que la violencia ejercida por Los Zetas es por la influencia y adiestramiento de pandillas o grupos criminales extranjeros para posicionarse.
La presencia de los Maras se ha detectado en estados del norte como Baja California, Tamaulipas y Chihuahua y es en Chiapas su puerta principal de entrada para llegar hasta Estados Unidos.
De acuerdo con la SIEDO, los Maras tienen en la violencia una de sus mayores armas o una de sus mayores formas de expresión, ya que este es un fenómeno social, producto de una subcultura ligada con el narcotráfico.
La SIEDO establece que aún se mantiene la lucha entre el cártel de Sinaloa con Los Zetas, quienes han reclutado en sus filas a mareros, junto con la organización de los Beltrán Leyva.
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