Llueve y graniza Alerta Naranja en una alcaldía de CDMX
href=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2012/10/alebrijes.jpg»>CIUDAD DE MÉXICO, 20 de octubre (Quadratín México).- La creatividad y majestuosidad surcó este sábado por el Centro Histórico, avenida Juárez y Paseo de la Reforma hasta la columna a la Independencia.
En su recorrido, las monumentales figuras plasmadas de colorido fueron admiradas por decenas de niños, niñas, mujeres, hombres, jóvenes y adultos mayores en su recorrido de esta tarde.
Hablamos de los espectaculares alebrijes, de más de dos metros de altura, que realizaron el sexto desfile que partió del Zócalo, el cual fue organizado por el Museo de Arte Popular.
Ahí, se conjugó la fantasía de ellos con la música, el baile y la alegría de decenas de familias que asistieron a este evento organizado.
Todos ellos, los fantásticos permanecerán en exhibición en Paseo de la Reforma, desde hoy hasta el 4 de noviembre.
Ahí, estarán para que la púpila de capitalinos, turistas nacionales y extranjeros los admiren en la víspera de la celebración del Día de Muertos.
Una gran labor de sus creadores que utilizan su imaginación para ir dando paso a paso a estas figuras que de los cuatro puntos cardinales de la ciudad llegaron a la Plaza de la Constitución a efecto de ser admiradas.
Gran fiesta popular en esta tarde soleada, tarde de descanso, de unidad familiar, de recorrer y conocer los tesoros que guarda la gran ciudad, como los alebrijes.
Un espectáculo que no tiene nombre, indica doña Margarita, vecina de Iztacalco, que esta mañana se enteró del desfile, “agarré a mis nietos, tomamos el Metro y nos venimos a Reforma para ver a las grandes figuras”.
“Qué bueno que se realicen este tipo de festivales”, señala doña Celia, con residencia en Azcapotzalco, “ésto es lo que necesitamos para distraernos, para olvidarnos de tantos problemas, de tantos muertos, ésto es vida, vida y vida, por eso dice que recordar es volver a vivir”.
Durante un recorrido de Quadratin México por la avenida Paseo de la Reforma, se observó la emoción de las personas al vivir esta experiencia que cada año regresa a la capital del país.
“Una emoción que es indescriptble”, señala Fernando, quien en brazos cargaba a su pequeño hijo y, al lado, su esposa que tomaba fotos con su celular.
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