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FRANCIA, Marsella., 26 de marzo de 2015.-El fiscal de Marsella, Brice Robin, responsable de la investigación oficial del siniestro del avión Germanwings que hacía el trayecto Barcelona-Düsseldorf, ha explicado cuales son las conclusiones que han llegado después de escuchar el audio de la caja negra de la cabina. Robin ha relatado cronológicamente cómo se produjo el accidente y apuntó que fue por acción voluntaria del copiloto que se quedó solo en la cabina y bloqueó el acceso para después activar el descenso.
Veinte minutos de normalidad
La grabación del sonido de la cabina muestra una conversación normal entre el comandante y el copiloto, durante los primeros veinte minutos del vuelo. Hay un momento, en donde el comandante comienza a preparar el briefing del aterrizaje que se tiene que transmitir antes de llegar a Düsseldorf. En ese instante, las respuestas del copiloto son “lacónicas”, según el fiscal Robin. Unas respuestas muy cortas que no son habituales en una charla desarrollada con normalidad. Fue entonces, que se oye el ruido de un asiento en la cabina que se tira hacía atrás y una puerta que se abre y se cierra. El comandante había salido al baño.
Activación del sistema de monitorización manual
Cuando el copiloto se queda solo, manipula los botones del panel de ‘flight monitoring system’, para comenzar el descenso. Eso solo se puede hacer de manera voluntaria. Se tiene que girar una palanca varias veces para hacer un descenso tan grande. Se puede interpretar como una voluntad de destruir con intencionalidad el avión.
El comandante intentó entrar
Después del descenso, se oyen gritos del comandante demandando al copiloto que lo dejé entrar en la cabina. Pero no hay respuesta. El comandante sigue llamando a la puerta, pero no hay respuesta. Se oye el sonido de respiración del copiloto en la cabina y sigue sin haber respuesta. Robin, llega a la conclusión que hay una acción voluntaria del piloto.
Bloquea la puerta de la cabina
En ese momento, se pueden oír golpes a la puerta y la voz del comandante pidiendo al copiloto que abra la puerta. La interpretación más plausible de los investigadores es que el copiloto se negó a abrir la puerta al comandante después de haber accionado el sistema para perder altitud voluntariamente. El comandante se da cuenta de la situación, pero no puede tumbar la puerta.
Ningún contacto con los controladores aéreos
El copiloto no hizo ningún contacto con los controladores aéreos durante los ocho minutos de descenso. En cambio, la torre de control de Marsella hizo varias llamadas al avión para saber qué pasaba pero sin obtener respuesta.
Sólo la respiración
El fiscal de Marsella ha explicado que hasta el momento del impacto, el copiloto no dijo nada. En la grabación de la caja negra, solo se oye su respiración. Una respiración que parece normal. En ningún caso se percibe una respiración acelerada ni parecida a cuando se sufre un infarto. El copiloto no dice nada. Silencio total.
Se activan las alarmas
Las alarmas de seguridad del avión se activaron automáticamente poco antes del impacto, para alertar de la proximidad con el suelo. Es un aviso para que los pilotos recuperen urgentemente el control de la nave. Según explica el fiscal, se oyen golpes muy fuertes para derribar la puerta de la cabina, pero ésta, se encuentra blindada como marcan las normas internacionales de seguridad.
Los pasajeros son conscientes de la situación en el último momento
Las víctimas del accidente se enteraron de la situación en el último momento. Se oyen gritos de la zona de pasajeros, segundos antes del impacto en los Alpes.