Menor expectativa de crecimiento mexicano baja calificación de HR Ratings
MORELIA, Mich., 23 de febrero de 2916.- El gobernador de Michoacán ya no puede conciliar el sueño.
Y no es por el helicóptero que trasladó a Belinda, tampoco por los malosos que aún hacen de las suyas en varias regiones del estado, menos por los maestros centistas o los intransigentes de Nahuatzen. No.
Ahora confiesa que su mayor preocupación es la deuda pública, la falta de liquidez del gobierno para hacer frente a los pasivos gubernamentales, principalmente a los que ubica como deuda contingente: 14 mil millones de pesos.
Ya con un panorama más claro, el mandatario acepta que el tema financiera en Michoacán, es un problema estructural, no solucionable en el corto plazo.
«Lo vamos a solucionar, eso téngalo por seguro», dijo al gobernador a los ingenieros agrónomos en Casa de Gobierno.
Pero el gobernador ya alargó los plazos. Habló de meses, quizá años, para solventar el pago de pasivos, concluir la pesada cartera con proveedores. Solamente en el tema de pagos a maestros,
Aureoles Conejo le atribuye el déficit anual de más de 5 mil 200 millones de pesos.
En conjunto, el gobernador dio cuenta de unos 28 mil millones de pesos de adeudos, herederos ellos de las administraciones anteriores que acudieron a la famosa licuadora para desaparecer por arte de magia el patrimonio de los michoacanos.
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