
Impulsa MC lactarios en administración pública y órganos desconcentrados
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de junio de 2016.- Sólo habrá diálogo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) cuando el 100 por ciento de las niñas y niños de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas estén de regreso en las aulas y cuando se acepte cuando está en la Constitución, que es la Reforma Educativa, sentenció el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.
“Cuando se frenen y se paren prácticas de humillación ilegales a maestros y padres de familia que no comparten los puntos de vista de la Coordinadora”, expresó al referir que la SEP y el Gobierno federal están en disposición de escuchar a la disidencia magisterial.
Al encabezar la toma de protesta de miembros del Consejo Nacional de Participación Social en la Educación (Conapase), Nuño Mayer condenó los hechos indignantes registrados en el municipio de Comitán, Chiapas, donde un grupo de maestros fueron retenidos ilegalmente y humillados.
Reiteró que giró instrucciones a un grupo de funcionarios de la SEP para coadyuvar con la Procuraduría de Justicia estatal a la investigación y castigo de quienes resulten responsables por el inadmisible acontecimiento.
Desde el Salón Hispanoamericano de la sede nacional, expresó el reconocimiento a los maestros que están cumpliendo con la Reforma Educativa y dijo que tienen el respaldo tanto de él como del Gobierno federal y la dependencia a su cargo.
En la coyuntura de la educación que vive el país, que aspira a fortalecer el Estado de derecho, afirmó que nadie, sin importar justificación, “puede dejar a una niña y un niño sin asistir a la escuela”, pues es el derecho supremo corroborado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Nadie tiene derecho a coaccionar de manera ilegal el comportamiento de otros, retener a personas y humillarlos porque piensan distinto y obligarlos a participar en una causa o movimiento”, añadió.
De la misma manera sentenció que nadie tiene derecho a querer estar por encima de la Constitución y creer que puede no cumplir con la ley.