Escenario político
Aprende algo, diario.
Ahora resulta que ejecutivo, obreros, empresarios, menos patrones, firmaron un acuerdo para ayudar a la población inerme. Pero sólo son buenas intenciones, o aviesas, porque nada, absolutamente nada hay firme. Son, como siempre, promesas. “Haremos, esto. Haremos aquello”.
Pero cuándo y en dónde, con un demonio.
Con toda seguridad que quien dícese mandamás cree en Los Santos Reyes. Pero éstos, ya pasaron. Y ni “lo pelaron”.
Mejor hablemos de algo menos triste. Y más edificante. Y cierto:
Los árboles producen cientos de semillas pero solo algunas tienen éxito y florecen.
Aprendimos mucho de esta inspiradora historia y me gustaría compartirla. Disfrútala.
Te ayudará a no sentirte derrotado y a gestionar tus sentimientos.
Lee con detenimiento y asócialo con tu vida. Lo llamamos el derecho de la semilla:
Observa un manzano. Imagina que hay unas 500 manzanas en el árbol y que cada una tiene 10 semillas.
Son muchas frutas y más semillas. Puede que preguntes, Para qué necesitamos tantas semillas para plantar tan solo un manzano.
La naturaleza tiene algo que enseñarnos. No todas las semillas crecen. En la vida muchas semillas nunca. Tómalo en cuenta.
Así que si quieres que algo ocurra, deberías intentarlo más de una vez. Como haces con tu vida. Toma en cuenta que:
Asistirás a 20 entrevistas de trabajo para conseguir un empleo.
Entrevistaras 40 personas hasta encontrar a un buen empleado.
Hablaras con 50 personas para vender una casa, un coche, un seguro o una idea de negocio.
Conocerás a cientos de personas hasta encontrar un verdadero amigo.
Cuando entendamos la ley de la semilla, ya no nos sentiremos tan decepcionados. Dejaremos de sentirnos víctimas. Y aprenderemos a hacer frente a nuestros problemas.
Las leyes de la naturaleza, se deben tomar en serio. Solo necesitamos entenderlas y trabajar con ellas. Y como ellas. Las personas con éxito fallan más a menudo, pero plantan más semillas.
Y que también cuando no puedas controlar las cosas, esto es lo que no debes hacer para evitar que tu vida sea miserable:
No decidir cómo debería ser el mundo.
No crear normas que todo el mundo debe cumplir. Porque luego cuando el mundo no obedece esas normas, nos enfadamos. Esto es lo que hacen las personas miserables.
Por otra parte, digamos que esperas esto:
Que tus amigos te devuelvan tus favores.
Que las personas deberían apreciarte.
Los aviones deberían llegar a tiempo.
Todo el mundo debería ser honesto.
Todo mundo debería recordar tu cumpleaños.
Estas expectativas pueden parecer razonables pero a menudo no suceden y también te sientes frustrado.
Hay una estrategia mejor.
Exige menos y ten preferencias.
Di a ti mismo:”Preferiría esto. Pero si no ocurre no pasa nada”.
Esto es realmente un cambio de mentalidad. Un cambio de actitud que te dará paz mental.
No olvidemos que para ser más felices necesitamos:
No querer cambiar el mundo. Y sí cambiar nuestra manera de pensar. Es más fácil.
No es el problema el causante de los problemas. Es nuestra actitud ante el problema lo que causa el problema.
No es lo que nos ocurre lo que determina la felicidad. Es lo que pensamos acerca de lo que nos ocurre lo que determina esa premisa.
Entenderán esto los que cobran del erario.
Pero tú que sí, ponlo en práctica. Y verás el cambio.