Pide familia de Jorge Renán Solís justicia a autoridades indias
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de enero de 2017.- La información de que Rusia tiene datos comprometedores del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, “es un intento de dañar las relaciones bilaterales”, aseguró este miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, informa la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex.
En respuesta a la pregunta de un periodista, Peskov sostuvo que no existe información en poder de los servicios secretos sobre Trump, es una “falsedad” dirigida a proseguir con la “caza de brujas”, añadió.
Según Peskov, la información es “un bulo total” y “un disparate”. Esta se puede comparar con el presunto intento de Rusia de influir en las elecciones estadunidenses y “en inglés esto se llama pulp fiction (literatura barata)”, afirmó Peskov.
“Lo triste del asunto es que, de verdad, hay personas que acentúan esta histeria y sudan sangre para apoyar este estado de caza de brujas”, se lamentó Peskov, agregando que así es como calificó Donald Trump “esta nueva falsedad”.
Peskov manifestó que el Kremlin no participó en la elaboración de expedientes comprometedores sobre nadie y en cambio, se centró en la construcción de relaciones con los socios exteriores de Rusia.
El martes por la noche, Trump desestimó los informes de que Rusia tenía información comprometedora sobre él. “Falsa noticias – Una total caza de brujas política!”, escribió en su cuenta de Twitter.
Documentos clasificados presentados por los servicios de inteligencia estadunidenses al presidente Barack Obama y al mandatario electo Donald Trump revelarían que Rusia tendría información comprometedora sobre el nuevo jefe de Estado.
Según un reporte de la cadena CNN, estas acusaciones están incluidas en una sinopsis de dos páginas que fue agregada al reporte de inteligencia sobre la presunta interferencia de Rusia en las elecciones del 8 de noviembre.
De acuerdo con diversos diarios o noticieros, entre otros el New York Times y la CNN, este documento habla de un constante tráfico de contactos e información entre el equipo de campaña de Trump e intermediarios del gobierno de Vladímir Putin.
Aunque no se dio a conocer el contenido de las acusaciones, el material fue recopilado por un ex agente de inteligencia británico cuya información previa ha sido considerada creíble por agencias de espionaje estadunidenses.