Visión financiera/Georgina Howard
Morena juega sin arriesgar nada
Las principales fuerzas políticas van a la contienda electoral 2018 con las siguientes premisas:
El PRI juega todo su resto para intentar conservar la Presidencia de la República; el PAN corre el riesgo de quedarse en tablas; el PRD gravita en la incertidumbre y puede perder además en la CDMX, Morelos y Tabasco. ¿Y Morena?, es un partido que juega sin arriesgar nada.
Vamos por partes. De manera paralela a las elecciones federales en las que se juega la Presidencia de la República y el Congreso, se renovarán 9 gubernaturas –entre éstas la jefatura del Gobierno de la CDMX- cuyos resultados modificarán sin duda el mapa geopolítico del país de manera importante.
En el espectro político nacional, hoy el PRI es gobierno en apenas 14 entidades federativas de tal manera que cuenta con un equipo de 14 gladiadores –de acuerdo a lo reseñado por Carlos Loret de Mola-. El último gladiador priista que quedó tendido en la arena y perdió la plaza fue el nayarita Roberto Sandoval quien fue apabullado por el sospechosismo.
El PAN presume que es gobierno en 12 entidades federativas, de las cuales entre el año pasado y las recientes votaciones, se echó a la bolsa 7 gubernaturas –tres de éstas en alianza con el PRD. La racha ganadora no le alcanzó para apropiarse de Coahuila y el Estado de México. Esto último dificultará a Ricardo Anaya su sueño de convertirse en inquilino de la exclusiva zona residencial de Los Pinos.
Formalmente el PRD cuenta con tres gubernaturas y la jefatura de la CDMX y aunque hizo mancuerna con el PAN en algunas entidades como Veracruz y Quintana Roo, el sello albiazul es el dominante, pues al sol azteca sólo se le ve como invitado a los informes de gobierno.
En el caso de Morena, que aparece en primer lugar en la mayoría de los ejercicios de los muy criticados y sufridos encuestadores, no es gobierno en ninguna de las entidades del país. En ninguna. Y por eso no teme perder ninguna plaza. ¿Así qué chiste?
Morena es un caso excepcional pues incluso sus diputados y senadores son tránsfugas de otros partidos.
Serenos morenos
La jefatura del Gobierno de la CDMX sin duda es la plaza más codiciada, después de la Presidencia de la República.
Pero en realidad la competencia la librarán el PRD y su carnal Morena.
El Movimiento Regeneración Nacional, una sorprendente fuerza política cuyo eje vital es Andrés Manuel López Obrador, ha venido aumentando su fuerza alimentándose de los militantes, dirigentes, senadores y diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, su brazo legislativo.
En la integración del Congreso Constituyente, Morena desbancó al PRD aunque eran los mismos que semanas antes militaban en las tribus del sol azteca, hoy con piel de peje.
La alianza que hizo jefe de Gobierno a Miguel Ángel Mancera en 2012, lo hizo posible con poco más de 3 millones 32 mil votos, el 63.58 por ciento de la votación total. La fórmula priista consiguió con duras penas poco más de 942 mil votos y el PAN quedó en un lejano tercer lugar con poquito más de 649 mil votos.
De entrada el reto para Morena es lograr más de 3.5 millones de votos si es que pretenden hacerse de la capital del Anáhuac. Se dice fácil, pero no lo es tanto. El reto mayor lo tiene el PRD porque hace seis años no tenía realmente oposición, ahora se espera un voto pulverizado, de tal manera que con menos votos de los que obtuvo Mancera, puede ganar alguno de los tiradores. Ya lo decía Manlio Fabio Beltrones, siguen haciéndose del poder fuerzas minoritarias, sin grandes consensos y cuestionadas por muchos.
Las otras elecciones
El PRI tiene menos presiones a nivel estados que en 2017 y el fatídico 2016. Se renovarán las gubernaturas de Jalisco, donde para su fortuna Enrique Alfaro, alcalde de Guadalajara, ha venido perdiendo el charm con el que arrancó, y ha construido una pésima relación con los medios de comunicación, tanto que PAN, Movimiento Ciudadano y PRD buscan otro abanderado.
En Yucatán la gestión del priista Rolando Zapata ha sido aceptable, tanto que es uno de los primeros en impulsar la reforma que establece la desaparición del fuero, que atiende los reclamos de la sociedad y obliga a los servidores a actuar con altura ética, un gran paso para acabar con la impunidad.
El PAN en cambio tendrá que enfocar su fuerza en mantener las gubernaturas de Puebla y Veracruz, la primera con la marca Rafael Moreno Valle y azotada por el tema de los huachicoleros, mientras que la plaza jarocha lleva implícita la confrontación natural entre los Yunes Linares y López Obrador.
Aunque el tema Guanajuato no le plantea riesgos a los panistas, algo ocurre en aquella entidad pues Miguel Márquez Márquez se bajó de la contienda interna por la candidatura presidencial por el fuego amigo, mientras que la entidad ha sido duramente golpeada por el crimen organizado, tanto que el propio gobernador instó al Congreso de la Unión legislar ya sobre la Ley de Seguridad Interior, ¿qué esperan?, pregunta mal y de malas.
El partido que pende de un hilo es el PRD, porque además de la jefatura de gobierno de la CDMX, los 16 ayuntamientos y el primer Congreso independiente chilango, enfrentará la renovación de las gubernaturas de Morelos y Tabasco y, puede perderlo todo en paquete.
En Morelos Graco Ramírez ha distraído mucho su gestión en contrarrestar la figura de Cuauhtémoc Blanco, alcalde de Cuernavaca, a quien curiosamente lejos de debilitarlo, lo ha hecho crecer tanto que podría ser candidato a la gubernatura. Graco disputa la candidatura presidencial del PRD y dicen que se olvidó de los morelenses. El punto es saber si Graco renunciará antes de terminar su gestión o no, aunque el candidato del PRD para la presidencial sea Mancera.
En el tema de Tabasco, la entidad dejó de ser un edén. La debacle petrolera fue un golpe demoledor para la economía tabasqueña del que no se ha repuesto, además de los niveles alarmantes de inseguridad que padecen sus habitantes. El PRI ve una oportunidad de oro para recuperar la plaza; el PAN sigue como fuerza marginal y Morena no tiene tantos seguidores como uno pudiera pensar, aunque es la tierra del peje. Al PRD le están pasando la factura.