Mara Lezama, la gobernadora con mayor aprobación de México: Mitofsky
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de agosto de 2017.- La entrada para los llamados Diálogos Galileos se convirtió en lo opuesto: un caos.
Minutos antes de las 19 horas, momento convocado para el inicio del evento, la entrada del hotel Geneve se llenó de reporteros, pero sobre todo de invitados, -acarreados, diría la jerigonza de la política mexicana- quienes deseaban entrar, sin escuchar los argumentos de empleados del sitio, que decían que por seguridad no podían dar acceso.
Los que estaban afuera no querían dejar de ver a tres políticos de lo más diverso en la escena política mexicana: el ex senador, ex diputado, ex gobernador de Sonora y ex presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el poderoso Manlio Fabio Beltrones; al jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien no oculta su intención de ser candidato presidencial, pese a carecer de partido, y el ex dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero.
Fue precisamente el también ex senador panista quien a su llegada vio el caos y fiel a su estilo franco solo dijo sonriendo «no me chingues» y entró por otro acceso.
Pasaron unos minutos tensos e incluso una empleada perdió el control cuando alguien la tocó y de manera desaforada gritó «¡No me toques, no me toques!», y solo se calló cuando surgió un coro que repetía «que la graben, que la graben», la forma moderna de asustar.
El caos acabó cuando comenzaron a dejar de manera dosificada a 10 personas por turno y pese al lleno del salón del hotel, a la 19:30 horas, el evento no iniciaba.