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CIUDAD DE MÉXICO, 11 de octubre de 2017.- La secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles, informó que cuatro mil personas intentaron inscribirse indebidamente en el Censo de Viviendas dañadas por el sismo del 7 de septiembre en Oaxaca y Chiapas.
«Hemos bajado como 4 mil personas del censo que no debían estar», afirmó la funcionaria.
Explicó que el censo fue casa por casa para evitar que intermediarios aparecieran con centenares de nombres, y ante la inminencia del proceso electoral, se hizo firmar a los alcaldes que estaban al tanto y de acuerdo con el cierre de los registros censales, para que no salieran a decir que faltaban nombres y lo usaran con fines electorales.
Robles expuso una radiografía de la situación registrada a causa de los sismos en Oaxaca. Dijo que entre ambos estados se generaron tres millones de toneladas de escombros.
Comentó que ni a la Sedatu ni los recursos del Fonden son para el retiro de escombros, en el caso de la dependencia que encabeza sólo se levantan en las vías primarias, pero se hizo una excepción con ambos estados por la emergencia y el nivel de pobreza, y criticó a la Ciudad de México por pretender hacer lo mismo.
«Quiero aclarar algo muy importante, nosotros como secretaría y como reglas del Fonden no estamos obligados a la demolición de las viviendas, aquí en la Ciudad de México ya hasta ya querían que demoliéramos los edificios, ya nada más falta que quieran que reconstruyamos, ya nada más falta que quieran.
«Es decir, cómo se van a demoler edificios, hubo desarrolladores que de plano sus edificios debieron asegurarlos porque no es responsabilidad de gobierno que queden en esas condiciones», enfatizó.
Reconoció que en otras ciudades con actividad sísmica no se había sido tan estricto en las normas de construcción como en la Ciudad de México, donde pese a los daños sólo el uno por ciento de la Ciudad salió afectado, en cambio en Oaxaca y Chiapas hay comunidades enteras destruidas.
Asumió que muchas casas estaban construidas antes del sismo de 1985, pero pidió a las autoridades municipales ser más estrictos, con reglas y guías para construcciones.
Sugirió ser más enérgicos a municipios en el uso de suelo y reglas para nuevas edificaciones y asumir su autoridad al respecto.
Incluso habló del daño que el sismo y sus réplicas dejaron a recintos religiosos con valor histórico y cultural, pero que carecían de mantenimiento, y cuestionó a dónde van a dar los diezmos que se supone eran para eso.
«Ahí también hay que ver la transparencia porque el diezmo a dónde se va si no es al mantenimiento de las iglesias, debiera, ¿verdad?», soltó y causó risas.
Agradeció la ayuda de 250 jóvenes que acudieron a la zona a apoyar y que dejaron 250 casas de campaña y admitió que no hay dinero que alcance para la reconstrucción.
«El recurso que tiene el gobierno es limitado, lo que tienen los gobiernos estatales han tenido que endeudarse, luego los cuestionamos, pero han tenido que endeudarse por esta situación y los municipios no tienen dinero, no han puesto un peso», precisó, e incluso la autoridad federal en la práctica sustituyó el actuar que correspondía a los alcaldes.
Reiteró que el Gobierno federal ha actuado con transparencia y aprovechó para garantizar que los recursos que la iniciativa privada recaudó no serán tocados por la administración que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto y en cambio sí habrá coordinación para utilizarlos.
«El ingeniero Carlos Slim ayer anunció dos mil 400 millones de pesos y ¿qué hemos hecho? Coordinarnos», resaltó.