Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
En su toma de protesta como presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, ofreció pedir perdón a nombre del Estado mexicano por los miles de desaparecidos, en hechos ocurridos en los últimos dos sexenios. Se estima una cifra que supera las 40 mil personas, si no es que más.
Pero eso no es suficiente. El Estado mexicano debe responder a esas miles de familias mexicanas y centroamericanas por esos desaparecidos, ya que la mayoría fueron asesinados, mutilados y sepultados en fosas clandestinas. No hay en las cárceles responsables de estos espeluznantes y aborrecibles delitos. Ha habido varias voces que dices que el territorio nacional es una gran fosa.
El futuro subsecretario de Derechos humanos, migración y población Alejandro Encinas Rodríguez, refrendó el compromiso del gobierno de López Obrador para la creación de una comisión de la verdad y la memoria histórica aprobada por un decreto Ejecutivo o Legislativo y que se conforme en un organismo autónomo, apoyado y financiado de forma mixta; esto es, con recursos del erario público y con cooperación de organismos internacionales, así como con el apoyo técnico de organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos, así como la creación de 7 mesas de trabajo para buscar la justicia transnacional.
“Estamos en un escenario profundamente adverso en el país, ante una crisis humanitaria que se expresa hoy en las cifras del terror que encontramos a lo largo y ancho de nuestro territorio; cerca de 40 mil desaparecidos, más de 22 mil cuerpos sin identificar, más de mil 100 fosas clandestinas y fundamentalmente una ausencia absoluta del Estado”, reconoció Encinas.
Dijo que “esto es el enorme reto que tenemos por delante y lo asumiremos plenamente a partir de este primero de diciembre y con este evento (los foros) estamos marcando una ruta de trabajo junto con la sociedad civil, con las organizaciones y colectivos de víctimas y familiares para obtener resultados en el más corto plazo posible.
Encinas Rodríguez destacó que con ello se busca sentar las bases para construir entre las víctimas, sociedad civil organizada y academia, la política de Estado en materia de justicia transicional en ejes: * Marco general de Justicia Transicional; Comisión de la Verdad; Mecanismo Internacional contra la Impunidad; Reparaciones; Mecanismo de protección a víctimas y testigos;
Según el futuro funcionario “esto con el objetivo fundamental de garantizar los principios básicos que se respeten los derechos básicos. Derecho a la memoria y la verdad, el derecho a la justicia, derecho a la reparación del daño y a la garantía de no repetición”.
Pero el drama de los desaparecidos no termina. La reciente tragedia de los tres estudiantes de cine que murieron a manos del crimen organizado en Jalisco pone a México de nuevo ante una de sus peores pesadillas. Los jóvenes aspirantes a cineastas fueron secuestrados, torturados, asesinados y disueltos en ácido mientras grababan una tarea escolar. El crimen contra los alumnos de la Universidad de Medios Audiovisuales CAAV, todos menores de 25 años, ha puesto en evidencia la ola de violencia e inseguridad que azota al país y que, en muchos casos, se ha enseñado con los más jóvenes. En México hay 16.594 menores de 29 años que están reportados como desaparecidos o extraviados, según el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED). Esto quiere decir una de cada dos personas «no localizadas» en México son jóvenes.
Pero hay otros datos muy angustiantes: En Veracruz, en un cementerio clandestino, la semana pasada las autoridades exhumaron 174 cráneos. En ese estado, se sabe de la existencia de 40 campos llenos de fosas, y en dos años, tan sólo en dos de ellos, han encontrado los restos de 315 personas. Entre los hallazgos hay, incluso, ropas de niños. ¿ Y ninguna autoridad local se dio cuenta de ello? Todo está podrido, muy podrido.
Son 315 vidas, de las que solo en 16 casos se ha podido reconocer a las personas con nombre y apellido. Frente a la barbarie y al silencio como explicación, tenemos que encontrar otras formas para hacer recuentos de este horror, que sirvan para denunciar y evitar que las familias hagan justicia de su propia mano. Por número de vueltas al país… si sumamos los pasos desesperados de sus madres en diligencias y búsquedas.
Frente a la barbarie y al silencio como explicación, tenemos que encontrar otras formas para hacer recuentos de este horror, que sirvan para denunciar, para detener y castigar a los responsables, con castigos ejemplares. La gente le pide a López Obrador Justicia- Justicia- Justicia. No perdón, ni mucho menos olvido.
En cuanto a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, habría que recordarle al senador Félix Salgado Macedonio que fueron los gobiernos perredistas — estatal y municipal — los que intervinieron en su detención y desaparición y que los principales responsables están presos. A esos debería preguntarles, que fue realmente lo que ocurrió, si es verdad que estaban protegiendo envíos de heroína a Chicago y Nueva York en camiones de pasajeros.