
Teléfono rojo
Maduro, non grato
En 2017, al adolescente Daniel Queliz lo asesinaron a balazos que le destrozaron el cuello, funcionarios policiales del Estado de Carabobo, Venezuela, mientras participaba en una manifestación en contra del presidente Nicolás Maduro. Un año después su madre se suicidó, porqué nunca pudo superar su pérdida.
El 10 de abril de ese año, el estudiante de derecho de la Universidad Arturo Michelena fue acorralado por sus victimarios en una calle de la ciudad de Valencia, mientras participaba en una marcha que no había sido autorizada por las autoridades, según declaración del propio gobierno venezolano, como si la manifestación de las ideas requiriera permiso casi divino.
En un video difundido por el diputado venezolano, Carlos Prosperi, se observa a Gleniz Aranca, madre del joven de 19 años, llorar y reclamar a los asesinos oficiales por la muerte de su hijo.
«Él no era ningún malandro, no hubo enfrentamiento, ellos lo mataron a mansalva. Este es un crimen de lesa humanidad», gritaba la mujer en el video.
El candidato presidencial venezolano, Henrique Capriles, afirmó que “a todos los venezolanos nos duele el alma con este tipo de homicidios ¿Hasta dónde es capaz de llegar Maduro?, ya que asesinan mientras él vacaciona en Cuba”.
A partir del homicidio de su hijo, Gleniz se encerró en su casa. No dormía, casi no comía, su llanto era interminable. Cayó en una profunda depresión hasta que finalmente en mayo de este año decidió suicidarse.
Daniel Queliz forma parte de los aproximadamente 300 mil venezolanos que, de acuerdo con organizaciones civiles, han sido asesinados de 1999 a la fecha, en gran parte por la represión ejercida por los gobiernos de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en contra de sus opositores y, en menor medida, como resultado de la violencia del hampa organizada.
Sin poder negar la extrema violencia propiciada por su gobierno en contra de opositores, Nicolás Maduro, se apresta a viajar a México para estar presente en la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador, como presidente constitucional de México, el próximo 1 de diciembre.
Cómo se sabe, su presencia ya desató la protesta de los ex mandatarios Vicente Fox y Felipe Calderón, así como de legisladores del PAN, de Movimiento Ciudadano y de Encuentro Social, pero no sólo de ellos, sino de numerosas organizaciones de la sociedad civil.
Ya en otras ocasiones, algunos presidentes de América Latina han manifestado su condena al gobierno de Venezuela, encabezado por Maduro, como sucedió con el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, quien declarara que en Venezuela “hay evidencia de muchos muertos y demasiados presos políticos”.
La organización Citizen Go mantiene una campaña de firmas para pedirle al presidente electo, López Obrador que le retire la invitación a Maduro para que venga a nuestro país, por considerar que “al dictador, al asesino, al que tiene a su pueblo muriendo de hambre, no lo queremos en México”.
Héctor Moreno, integrante de la organización, subraya que la violación de los derechos humanos en Venezuela ha sido denunciada ante la Corte Penal Internacional por países como Canadá, Francia o Alemania, además de Colombia y Perú.
Y se refiere al mar de calamidades prevalecientes en Venezuela: “La inflación de este año es ya del 40 mil por ciento y con previsión del Fondo Monetario Internacional que llegaría a un millón por ciento durante 2019; el éxodo de ciudadanos de ese país es impresionante, equivalente a 6 caravanas de hondureños, como las que están en México, pero diarias, además de que hay sospechas intensas de vínculos de Maduro con el narcotráfico”.
Remata: “El actual gobierno y el resto de los países latinoamericanos y del mundo han condenado en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que Maduro impida la entrada de ayuda humanitaria. ¿Y pretende venir a México a dar lecciones?”.
Citizen Go subió a la plataforma www.change.org una petición de firmas para solicitar a López Obrador que Maduro no esté en México durante su ascensión al poder federal. Hasta anoche, ya habían acumulado cerca de 15 mil firmas y el organismo pensaba llegar a 20 mil pronto.
La situación en Venezuela se ha tornado de complicada a angustiante para miles de personas, incluso para quienes no son opositoras de Nicolás Maduro, pero que también enfrentan la situación de violencia desatada por cuerpos militares, policiacos o para militares.
Aministía Internacional (AI), denuncia que la represión de esos grupos fue llevada de las calles a los hogares de Venezuela.
En un informe, AI señala que se producen allanamientos de morada sin orden judicial de por medio, por parte de grupos policiacos y militares por lo menos en 11 estados de Venezuela.
Precisa que son una constante las detenciones arbitrarias de ciudadanos, especialmente al poco tiempo de que se realizan manifestaciones en contra del gobierno de Maduro.
El mismo nombre del informe de AI es revelador del clima de intranquilidad existente en ese país: “Noches de terror: Ataques y Allanamientos ilegales a viviendas en Venezuela”. Refleja la represión propiciada por un régimen dictatorial.
Venezuela vive la peor crisis política, social, económica y humanitaria de su historia. Nicolás Maduro no se inmuta por ello, ya prepara sus mejores galas para asistir a la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador y estará en las primeras filas.