Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
*El Pacto entre AMLO y Peña Nieto
El presidente Andrés Manuel López Obrador, expreso palabras de agradecimiento al ex presidente Enrique Peña Nieto, en su primer mensaje que dirigió a la nación, tras haber tomado protesta ante el Congreso de la Unión.
A propios y extraño ese sábado 1 de diciembre que desde la máxima tribuna de la nación, el recién ungido Presidente de la República, hiciera un reconocimiento a su antecesor, por no haber intervenido en el proceso electoral que permitió su triunfo contundente el 1 de julio.
Lo que no dijo el sábado el presidente López Obrador, ni ante el Congreso, ni en el Zócalo, es que todo se arreglo en lo oscurito, entre él y Peña Nieto, para que transitara con toda tranquilidad hacia el triunfo por la presidencia.
Y es que lo pactado se empezó a notar desde antes del domingo de las elecciones, ya que Peña Nieto abandono a su suerte a su candidato y a su partido, es más a todos les ato las manos para que no pudieran operar ninguna las consabidas mañas priístas, para allegarse votos hasta de los muertos.
Una vez decretada la victoria contundente de López Obrador, Peña Nieto asumió el pacto no firmado, para hacerse a un lado y dejar que operara el nuevo gobierno, que asumió prácticamente casi todas las tareas que debían desarrollar el Jefe del Ejecutivo.
Por eso no es casual que desde ayer el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, ya este despachando en Puebla, en la que será la nueva sede de la SEP, digo a menos que ahora nos salgan con que también son magos y de un día para otro montan oficinas y aparezca personal.
Asimismo, no es casual que desde el mismo sábado, se hayan abierto algunas puertas de acceso a Los Pinos, para permitir que el pueblo conociera dónde y cómo vivieron los presidentes México, desde Lázaro Cárdenas, hasta Enrique Peña Nieto.
Personalmente nos dimos una vuelta por esas instalaciones que están abiertas, con muchas restricciones, por cierto, al pueblo, y pudimos constatar que hasta trípticos tenían impresos y listos para repartir entre los visitantes y aunque únicamente elementos de la Policía Militar están encargados de resguardar el orden son estrictos en impedir que la gente pase a las áreas reservadas y mantienen los filtros de seguridad que siempre han existido en la ex residencia presidencial.
De cualquier forma todas esas medidas se van ir relajando, para hacer más placentero el paseo por Los Pinos, pero mucho nos temeos que con la apertura total las cosas se salgan de control y si en los primeros dos días “desparecieron” flores de ornato y algunos jarrones, no queremos ni pensar en lo que viene.
Ante todo si pretermiten la vendimia de toda clase de artículos al interior o en las calles aledañas, como el domingo en que aparecieron los primeros vendedores ambulantes con paletas, chicharrones y botanitas que la gente agoto en minutos.
Habrá que ver como preservan esta casa que por ahora solo es visitada por morbo.
Por otro lado, el tiempo aclarará que pacto a cambo de su complicidad Enrique Peña Nieto, pues lo único claro es que no entrego la plaza gratuitamente.