Contexto
@guerrerochipres
La corrupción y el abuso policial son prácticas que dañan la confianza ciudadana en las instituciones de seguridad y que afectan directamente la recuperación de la tranquilidad de los capitalinos.
Para lograr una ciudad segura, es indispensable contar con cuerpos policiales confiables, honestos, eficientes y que respeten la igualdad y equidad. En ese sentido, las dos comisiones que presentó ayer la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para combatir la corrupción y el abuso policial son espacios a seguir en los próximos meses.
Se trata de comisiones inéditas por su predominio ciudadano cuyo objetivo será combatir la corrupción y cualquier tipo de violencia que afecte la integridad de las mujeres policías.
Ambas están habilitadas para recibir reclamos, quejas y denuncias contra estos dos aspectos.
La primera de ellas nace con la vocación de abatir las prácticas corruptas a través de las denuncias que hagan los ciudadanos o los propios policías. En ésta participan también la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad.
La segunda es la dedicada a combatir cualquier tipo de violencia que atente contra las mujeres que forman parte de los cuerpos policiacos de esta capital. Atenderá todo el espectro de maltrato y abuso que vulnere su dignidad, ya sea por acoso sexual o laboral, por discriminación derivada de su identidad de género o bien por prácticas que falten al respeto a los derechos personales y familiares de las uniformadas. En ésta participarán la Secretaría de la Mujer y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Si en esta capital no se toman ahora decisiones clave para contener la inseguridad y la impunidad mediante decisiones responsables y audaces a favor de la civilidad, se estaría perdiendo una oportunidad histórica.
No hay otro espacio regional, político o simbólico en todo el país donde pueda hacerse algo semejante ahora, especialmente porque existe un emparejamiento de las fuerzas y principios progresistas de quienes tienen ahora la oportunidad de ejercer el poder nacional y localmente.
Reconstruir la dignidad de los cuerpos policiales es parte del proceso de reconstrucción de la seguridad en la capital del país. Y es una buena noticia que la ciudadanía tenga una voz predominante en el mismo.