El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Hace 50 años
Este 2019 se conmemoran quinientos años de la muerte de Leonardo da Vinci, el genio florentino que todavía nos asombra con su legado artístico.
También el 20 de julio se cumplirán cincuenta años que la misión Apolo XI llegó a la Luna.
El cohete tripulado por estadunidenses despegó desde el Centro Espacial Kennedy cuatro días antes.
Todos regresaron, luego de pisar nuestro satélite.
Cuando en mayo de 1961 el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy anunció que su país pondría un hombre en la Luna antes de que terminara la década, había detrás de ese propósito un afán tecnológico, pero también un sentimiento profundo.
Nos cuenta también don José Antonio Aspiros Villagómez que según el escritor científico Isaac Asimov, los Estados Unidos «se sentían lastimados» y opacados por la delantera que llevaba la URSS en la carrera espacial, y además «habían quedado humillados» por el fracaso en Bahía de Cochinos en Cuba, apenas un mes antes.
Por eso, agrega el escritor mexicano, cuando Neil Armstrong y Edwin Aldrin se posaron en la Luna el 21 de julio de 1969 –mientras Michael Collins se encontraba en órbita en el módulo de mando–, el orgullo estadunidense quedó reivindicado al costo de 25,000 millones de dólares que fue la inversión en el Programa Apolo creado para consumar esa aventura.
La lucha por el espacio exterior entre las potencias se inclinó en 1969 en favor de los occidentales que, además de llevar a cabo con éxito las misiones Apolo XI y XII, enviaron a Marte la sonda no tripulada Mariner 6 que habría de transmitir las primeras fotografías del planeta rojo.
En cambio, la URSS logró el primer acoplamiento y transbordo de tripulantes entre dos naves –las Soyuz 4 y 5, del 14 al 15 de enero–, pero sufrió la pérdida del Lunik 15 pues se estrelló contra la superficie del satélite natural de la Tierra.
Pero si la hazaña del Apolo XI fue el acontecimiento de 1969 por su cobertura, alcance y trascendencia, otros hechos llenaron también las páginas de los periódicos y ocuparon la atención mundial.
Destaca José Antonio la noticia de la renuncia, el 28 de abril, del caudillo de la resistencia francesa Charles de Gaulle a la presidencia de su país, tras perder un referéndum sobre reformas constitucionales.
No obstante que lo sucedió su correligionario Georges Pompidou, los políticos estimaron que el gaullismo ya no sería jamás igual.
En América central, tropas de El Salvador invadieron Honduras en julio luego de disturbios durante un partido de futbol, que sirvieron de detonador de las tensiones contenidas entre ambos países por problemas fronterizos y migratorios.
El antagonismo de casi cinco siglos entre la minoría católica y los protestantes de Irlanda por motivos más políticos que religiosos, puso a ese país al borde de la guerra civil en agosto.
Los católicos bendijeron la intervención de las tropas inglesas, a las que combatió la joven estudiante de psicología Bernadette Devlin, una política socialista que estuvo presa, como después su hija Roisin, a quien debieron excarcelar temporalmente para que diera a luz en 1997.
Una revolución encabezada por Muammar al-Gaddafi el primero de septiembre, llevó a Libia de la monarquía a la república y comenzó en esa nación islámica un proceso radical de descolonización.
Fue en 1969 cuando México amplió a 12 millas su mar territorial. El Congreso aprobó la ciudadanía a partir de los 18 años.
El obituario del 69 incluyó también, entre otras personalidades, al autor de Canasta de Cuentos Mexicanos, B. Traven (25 de febrero).
A los ex presidentes Adolfo López Mateos, de México (22 de septiembre) y Dwight Eisenhower, de Estados Unidos (28 de marzo), al caudillo norvietnamita Ho Chi Minh (3 de septiembre)
Dos figuras que perecieron en el mismo accidente de aviación el 4 de junio, cerca de Monterrey: el tenista mexicano Rafael ‘Pelón’ Osuna y Carlos A. Madrazo, ex presidente del Partido Revolucionario Institucional
El tres de febrero murió Boris Karloff –el primer Frankenstein de la pantalla– y el 9 de agosto fue asesinada Sharon Tate, la esposa del cineasta Roman Polansky por una pandilla fanática que dirigía Charles Manson. Estaba embarazada cuando murió.