Denuncia oposición que Morena legisla por medio de fe de erratas
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre de 2019.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, destacó el cambio de paradigma, pues entre 2006 y 2018 los gobernantes pretendieron resolver la inseguridad y la violencia delictiva mediante acciones de fuerzas militar y policial, sin atender el fondo del problema, con un resultado catastrófico.
En Ceremonia del Primer Año de Gobierno, desde el Zócalo de la Ciudad de México, el titular del Ejecutivo federal criticó la estrategia de seguridad de gobiernos anteriores que dejaron desaparecidos, una crisis en derechos humanos, una descomposición institucional sin precedentes y un gravísimo daño al tejido social.
“El país padece aún las consecuencias de esa política equivocada”, expresó al señalar que no debe olvidarse porque a veces parece que algunos padecen amnesia.
Andrés Manuel López Obrador aludió al ex presidente Felipe Calderón cuando el 2 de febrero, para tratar de legitimarse luego de lo que considera un fraude electoral, ordenó desde Apatzingán, Michoacán, la participación de las Fuerzas Armadas en lo que denominó Guerra contra el Narcotráfico.
De lo que tildó de responsable decisión, el Primer Mandatario señaló que condujo a soldados y marinos a una lucha frontal contra la delincuencia organizada bajo la consigna como fuera con ajusticiamientos, masacres o exterminios.
Del periodo de 2011 a 2012 en el gobierno de Calderón, reprobó los mil 898 enfrentamientos en los que murieron dos mil 459 personas, resultaron heridos 231 y fueron detenidos mil 519, es decir, 709 nueve muertos más que el número de heridos y detenidos.
De los últimos tres años de gobierno del ex panista, condenó los 154 militares y navales fallecidos en enfrentamientos, un promedio de 51 por año, mientras que en 12 meses de este gobierno solo lamentó que hayan perdido la vida 15 miembros de las Fuerzas Armadas.
Aunque los datos hablan por sí solos, reiteró que la absurda y desquiciada estrategia de seguridad no se repetirá y nunca más se pondrá en riesgo de manera irresponsable la vida ni el prestigio de los integrantes de las Fuerzas Armadas, ni mucho menos se les usará para cometer excesos ilegales e inhumanas.
La vigencia de la nueva política de seguridad quedó demostrada ante la crisis de terror y miedo que se vivió la tarde noche del jueves 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, con motivo de la detención del hijo de Joaquín Guzmán Loera, Ovidio Guzmán, una prueba de fuego en la que la delincuencia salió a la calle con armas de alto calibre y su gobierno prefirió detener el operativo y liberar al implicado para evitar una masacre de inocentes civiles.
“Podrán decir nuestros adversarios que demostramos debilidad, pero nada vale más que la vida de las personas”, arguyó Andrés Manuel López Obrador al reiterar que entre las acciones principales para conseguir la paz figura la creación de mejores condiciones de vida y de trabajo a fin de atender las causas que originan la violencia: el desempleo, la pobreza, la marginación, la falta de espacios laborales y la falta de oportunidades para que los jóvenes tengan opciones de trabajo y estudio.