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CIUDAD DE MÉXICO.- 10 de diciembre de 2019.- El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard dijo que después de un año diez días de negociaciones del Tratado Comercio representantes de los Gobiernos de América del norte logran firmar el acuerdo para el T-MEC.
En la ceremonia de protocolo modificatorio para el tratado comercial ente Canadá, México y Estados Unidos, en Palacio Nacional Ebrard dijo que los cambios que ha promovido el Ejecutivo mexicano en materia laboral llevaron a acelerar el proceso de negociación.
“Cuando iniciamos parecía imposible tener un acuerdo tan pronto y tan satisfactorio para los tres países, y sin embargo aquí está la prueba, encontramos la manera de entendernos y vamos a compartir nuestro futuro no solo por cuestión geográfica sino con un diseño económico y social común en las próximas décadas”, resaltó frente a los negociadores de Canadá y Estados Unidos.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystian Freeland dijo que se trata de un acuerdo progresista para los trabajadores de América del Norte.
Dijo que desde que se empezaron las negociaciones se mantuvo el enfoque de conservar empleos, fomentar el crecimiento, expandir la clase media y mejorar las condiciones de los trabajadores.
“Este acuerdo es favorable para los trabajadores canadienses porque conserva la cadenas laborales transfronterizas ademas que protege los derechos de los trabajadores de América del Norte”, recalcó.
Freeland aseveró que la firma del acuerdo permite mejorar la resolución de controversias, protección de trabajadores, medidas a favor de medio ambiente, propiedad intelectual y las reglas de origen automotriz así como poder circular medicamentos con mayor facilidad entre los tres países.
El representante comercial del gobierno de Estados Unidos. Lighthizer recordó que la negociación del T-MEC inició durante el final de la administración de Enrique Peña Nieto y el arranque del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Abundó que la firma del acuerdo es un tributo para el Gobierno mexicano, su sistema y para su pueblo. Es un legado del presidente López Obrador quien estaba en “campaña” y optó por el camino más difícil que era ver por lo mejor para los países de Norteamérica y no mezclarlos con los asuntos de la política.