
Teléfono rojo
Ya no ríe César Duarte
A César Duarte ya no lo quería ni su partido, el PRI, y finalmente lo alcanzó el brazo de la justicia. Ahora ya no ríe como lo hizo durante muchos años y su aprehensión puede llevar a destapar totalmente la alcantarilla de la corrupción del sexenio de Enrique Peña Nieto, claro, si realmente hay voluntad política para ello.
Con fines de extradición, autoridades de Estados Unidos aprehendieron en Florida al ex gobernador de Chihuahua, quien desde 2017 se convirtió en prófugo de la justicia, al enfrentar cargos por corrupción, peculado y desvíos de recursos federales y estatales por mil 200 millones de pesos.
Detenido el 8 de julio pasado, después de pasar tres años a salto de mata, César Duarte comparecerá por primera vez este viernes en audiencia judicial en Florida a través de videoconferencia, debido a la pandemia de COVID-19.
César Horacio Duarte Jáquez, quien gobernó Chihuahua entre 2010 y 2016, es acusado de desvío de dinero y delitos electorales en México. El político enfrenta cargos por la canalizaciónde recursos mediante empresas fantasma y a través de una extensa red de corrupción.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), en las 72 horas posteriores a su captura, se podría efectuar la reclamación del detenido, quien deberá ser presentado ante la Corte Federal del Distrito Sur de Florida para que se le expliquen sus derechos y los delitos por los cuales es requerido por el Gobierno de México.
A poco tiempo de que tomó posesión como presidente de la República, en 2012, Enrique Peña Nieto, se tomó una foto con 19 gobernadores, todos ellos militantes del PRI, y tuvo el desatino, o quizá el descaro, de referirse a ellos como la nueva generación de priistas.
Uno de esos gobernadores mostrado como “ejemplo” de priistas, era César Duarte, quien en esa foto aparecía al lado de los entonces gobernadores Javier Duarte, Andrés Granier, Roberto Borge, Roberto Sandoval, Rodrigo Medina y otros más, sujetos a proceso por diversos casos de corrupción.
La corrupción de esos mandatarios fue finalmente lo que provocó en gran medida la derrota del PRI en las elecciones de 2018 y hundió la credibilidad de Peña Nieto.
El tiempo se encargó de demostrarle a Peña que ni el PRI era nuevo, en cuanto a cobijar casos de políticos corruptos, ni César Duarte era ejemplo de nada.
Una de las líneas de investigación más profundas, en el caso de César Duarte, es la que tiene que ver con el desvío de recursos federales, que se hicieron llegar al ex gobernador de Chihuahua, para que fueran utilizados en campañas electorales de candidatos priistas.
El asesinato, en mayo de este año, del ex funcionario de Hacienda, Alfonso Isaac Gamboa Lozano, estaría relacionado con este desvío de recursos. Sin embargo, Gamboa fue asesinado en mayo de este año y ya no podrá declarar nada.
El fiscal general de Chihuahua, César Augusto Peniche Espejel, aseguró que el extitular de la Unidad de Política y Control Presupuestal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Gamboa Lozano, tenía mucho que aportar en la investigación de desvío del erario público del ramo 23, en beneficio del Partido Revolucionario Institucional.
Gamboa Lozano fue asesinado hace dos meses en el fraccionamiento Brisas de Temixco, en el estado del Morelos, junto con dos hombres y dos mujeres y el exfuncionario se fue a la tumba con mucha información que podría aclarar la investigación de desvío de recursos cometidos en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
En mayo, un comando ingresó al domicilio ubicado en la calle Brisas del Pacífico número 2, en el municipio de Temixco. Eran al menos cuatro hombres quienes dispararon contra las personas que estaban en el domicilio de Gamboa Lozano, para luego huir por la Autopista del Sol, que se encuentra a unos metros del lugar del crimen.
Uno de los implicados en el desvío de recursos de Chihuahua es Alejandro Gutiérrez, quien fuera secretario general del PRI, acusado por la Fiscalía General de Justicia de esa entidad, de desviar 1.7 millones de pesos del erario de Chihuahua, durante la administración de César Duarte.
Según las investigaciones emprendidas por la justicia chihuahuense, Alejandro Gutiérrez simuló la “prestación de servicios” por 1 millón 740 mil pesos a través de las empresas Jet Combustibles S.A. de C.V. y Promotora de Señalamiento Integral S.A. de C.V.
Los supuestos desvíos de recursos acontecieron entre el 20 y 23 de diciembre del 2015, cuando Gutiérrez solicitó al gobierno de Duarte un préstamo de casi 2 millones de pesos que finalmente fueron transferidos a empresas de “conocidos suyos”.
Hasta el 31 de enero del año pasado, Duarte tuvo que acumular 21 órdenes de aprehensión en su contra para que el PRI se decidiera a expulsar como militante al ex gobernador de Chihuahua, quien se mantuvo como prófugo de la justicia.
De paseo por Europa, Asia y Estados Unidos, país en donde tiene propiedades, la verdad es que este político le tenía sin cuidado lo que hiciera el partido que lo llevó al poder y le cubrió su enriquecimiento descarado.
Durante años se le vio a Duarte pasear por lugares exclusivos de diversas ciudades texanas. No valía de nada que ya tuviera en contra órdenes de aprehensión con solicitudes de extradición, porque no se actuaba en su contra.
A Duarte le gusta mucho el estado de Texas, vecino de Chihuahua, porque en clima y terreno son muy parecidos para que él pudiera tener a buen resguardo una de sus pasiones en la vida: los caballos pura sangre.
Pero Duarte tenía de todo, también era propietario de reses de primera calidad y de ganado caprino y porcino. Es un ganadero que ama a los animales tanto como al dinero que presuntamente saqueó al erario de Chihuahua.
Tan sólo en 24 propiedades que le decomisó el gobierno del actual mandatario de esta entidad, Javier Corral, se detectaron miles de cabezas de ganado.
De acuerdo con información de autoridades chihuahuenses, sólo en el rancho Santa Rita, que fue de su propiedad, se le decomisaron mil 800 reses.
César Duarte llegó al extremo hasta de robarse vacas que debieron ser entregadas como recurso de apoyo a los ganaderos de la entidad que sufrieron daños por una sequía prolongada, mediante un programa del gobierno chihuahuense pagado con recursos públicos.
Entre todos los animales decomisados destacan los caballos pura sangre, todos de muy alto valor, que fueron subastados por las autoridades de Chihuahua para resarcir el daño súper millonario que provocó el saqueo de Duarte en las arcas de su estado.
Duarte no tuvo llenadora, acumuló vehículos lujosos, terrenos, yates, edificios, ranchos, residencias, especialmente en Estados Unidos. Testigos afirman que Duarte se paseaba en sus casas de El Paso, Texas, a unos kilómetros, de Ciudad Juárez, Chihuahua, estado que gobernó.
Duarte obtuvo la residencia en Estados Unidos, aprovechando que una de sus hijas es ciudadana estadounidense.
Duarte se reía que lo haya expulsado el PRI, como se burlaba de las órdenes de aprehensión en su contra. Tres años se paseó impune en El Paso, Texas. Ahora su sonrisa ya se desdibujó.