Abanico
Morena se queda sin Congreso Nacional
Una vez más los líderes de Morena demuestran su incapacidad para respetarse a ellos mismos y a su militancia cuando se trata de imponer voluntades, no pudieron instalar sus Congresos Estatales, citados inicialmente para el 13 y 14 de agosto pasados, por la avalancha de denuncias por irregularidades en la elección de consejeros distritales… Está por cancelar su III Congreso Nacional, otra vez irrealizable desde el 2018.
Con la impugnación de resultados en un 74% de las 345 casillas instaladas en 300 asambleas distritales realizadas el 30 y 31 de julio pasados, no lograron declarar ganadores ni dar resultados de las votaciones, y se acercan más a declararlas nulas que a salvar su propio proceso “democrático”.
Los morenistas mostraron su vocación de priístas de los años 70 del siglo pasado, y recurrieron a toda clase de trucos y chapucerías electorales: acarreados; relleno de urnas y boletas; robo y destrucción de papelería; rasurado de registros de candidatos y electores; registro de muertos y menores de edad; presión a votantes beneficiarios de programas sociales en beneficio de candidatos. Todo lo que pudieron hacer mal lo hicieron.
Todo por lo que se protestó desde hace 50 años ocurrió en un fin de semana, hace 15 días, a mitad del 2022, cuando Mario Delgado Carrillo, líder nacional de Morena, justificó públicamente todas las fechorías electorales para impulsar al interior a quienes, como consejeros, le garantizarían el control del máximo órgano del partido, el Congreso Nacional, ahora en riesgo de realizarse… otra vez.
Con su comportamiento electoral el líder nacional de Morena trajo a la memoria los nombres de Mario Moya Palencia, Jesús Reyes Heroles, Enrique Olivares Santana, Manuel Bartlett Díaz (ahora en Morena como titular de la CFE) y Fernando Gutiérrez Barrios, dueños y señores de la Comisión Federal Electoral sustituida el 11 de octubre de 1990 por el Instituto Federal Electoral (IFE), ahora Instituto Nacional Electoral (INE), que Morena insiste en desaparecer para crea el Instituto Nacional Electoral y Consultas (INEC).
A través de un mensaje de twitter, cartas y comunicados las dirigencias nacionales y al menos 17 estatales informaron durante la semana pasada a su militancia que se suspendía en todo el país la instalación de sus Congresos Estatales.
La dirigencia encabezada por Delgado Carrillo publicó en página de internet y en su mensaje de twitter el “Acuerdo de la Comisión Nacional de Elecciones por el que se prorroga el pazo de la publicación de los resultados de las votaciones emitidas en los Congresos Distritales…” y por tanto la suspensión de los Congresos Estatales a realizarse el 13 y 14 de agosto.
Antes de iniciar la jornada de elección de consejeros, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) registró hasta el sábado 30 de julio pasado 49 impugnaciones de militantes a la convocatoria al Tercer Congreso Nacional del partido por irregularidades en la organización de la elección de quienes integrarán dicho Congreso, los 300 consejero cuyos nombramientos se pospusieron en todo el país..
Desde entonces se sumaron más de un centenar de denuncias por quemas y robos de urnas y papelería, acarreos, enfrentamientos violentos, registro de menores de edad, filiación con documentación falsa, rasurado de registro de candidatos, detenciones policiales, uso de recursos públicos en favor de aspirantes, que se registraron en el 74% de los 345 centros de votación instalados.
Con ese porcentaje de irregularidades es casi un hecho la cancelación total del proceso, que debe ser revisado por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia y por el TEPJF, lo que prácticamente anula la posibilidad de realizar los días 17 y 18 de septiembre próximos, evento que tiene un retraso de casi cuatro años, en los que ha sido incapaz de organizarse para realizarlo desde 2018 cuando debió ocurrir.
Tal como ocurre en el gobierno federal ante la crisis del país, para la dirigencia de Morena los culpables de todo son los conservadores, los grupos de poder neoliberales, los medios de comunicación… todos menos ellos.
Delgado Carrillo dijo en principio que sólo se presentaron irregularidades en 19 centros de votación y fue suspendido el proceso el mismo día dela elección en 11 de las 300 asambleas distritales, ahora acepta la posibilidad de anular el proceso por “culpa de personas ajenas al movimiento”.
Alejandro Rojas Díaz-Durán, militante fundador de Morena adelantó que acudirán al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), tras señalar que los órganos internos del partido no actuarán para sancionar las votaciones del último fin de semana de julio pasado
El dirigente del Ala Democrática cuestionó que Morena busque reemplazar al Instituto Nacional Electoral (INE), mientras que en sus procesos internos impera “la ley de la selva”.
Gibrán Ramírez, también fundador del Morena fue muy optimista: “No soy ingenuo. Yo creo que Mario Delgado, incluso el gobierno de México tiene un acuerdo con el Tribunal Electoral para dejar que este proceso transite con todas sus irregularidades”,
El ex aspirante a presidente de ese partido dijo “una posibilidad, es que se anule más de 20% de los distritos electorales, debido a que en varios sitios la elección reventó por quema de urnas y diversos disturbios”, lo malo es que las irregularidades ocurrieron en las tres cuartas partes de los 345 centros de votación instalados.
El presidente encara una crisis de seguridad pública y violencia; insiste en la imposición de pasar a la Guardia Nacional a la Sedena, aumenta su lista de obras de “!seguridad nacional”, para acrecentar la opacidad en el uso de recursos públicos.
Las huestes morenistas en el Congreso siguen armando el escenario para sus reformas constitucionales, la de la Guardia Nacional, la energética y la electoral, para por lo menos acusar de traidores a quienes no las van a dejar pasar.
Mientras su movimiento, seguirá navegando en la ilegalidad al no poder concretarse como partido, al ser incapaz de concretar un Congreso Nacional en todo lo que va del sexenio.
¡Vaya democracia!
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