Importación de ganado, con protocolos: SuKarne ante gusano barrenador
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de agosto de 2023.- El anteproyecto de la Política Nacional de Transporte Público Colectivo busca generar nuevos modelos de planeación y gestión del transporte público en las ciudades mexicanas para ordenar y modernizar al sector, logrando un servicio de mejor calidad, financieramente sostenible y que contribuya a la reducción de emisiones contaminantes del sector.
El documento, creado con el apoyo técnico del Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés), en el seno de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), tiene la finalidad de ofrecer acompañamiento y guía a las autoridades locales en este camino, reconociendo que cada ciudad vive realidades distintas y que no existe un modelo único para que se logre la adecuada prestación del servicio.
El anteproyecto identifica las acciones mínimas necesarias para cambiar del modelo de concesiones individuales (lo que se conoce comúnmente como hombre-camión), impulsando modelos más robustos, como de agrupaciones o empresas que den el servicio de forma coordinada y organizada, que permitan una mayor participación de la autoridad en la planeación y monitoreo del servicio, y así avanzar hacia la integración de la operación del transporte público.
Durante la entrega del anteproyecto en las instalaciones de la Secretaría de Desarrollo Agrario y Territorial (Sedatu), José Luis Samaniego, director ejecutivo de WRI México, explicó que el transporte es un habilitador para hacer realidad los derechos constitucionales, pues facilita o dificulta el desarrollo.
En México se realizan diariamente alrededor de 130 millones de viajes, de los cuales, cerca del 80 por ciento se efectúa en transporte público. “Los hogares destinan promedio mil pesos en transporte público y siete mil en transporte en general al trimestre. Las familias en el décimo decil, los de ingresos más altos, destinan en promedio un 11 por ciento de su ingreso en transporte, mientras que las familias en el primer decil, los de ingresos más bajos, gastan en promedio un 21 por ciento.
Esta situación agrava la desigualdad de ingresos, por lo que es necesario contar con un transporte público más eficiente y asequible que reduzca la carga a los bolsillos de las personas en México”, dijo.
Durante décadas se ha gestionado el transporte público como un servicio primordialmente, responsabilidad de las personas concesionarias y generalmente con una participación mínima de la autoridad. Adicionalmente, se ha tenido un modelo de gestión de desarrollo urbano que no ha considerado al transporte público como un elemento estructurante para resolver la dinámica de movilidad en las ciudades.
La conjunción de estos factores ha desembocado en el deterioro del transporte público, ocasionado múltiples problemas como altos índices de siniestralidad, saturación y obsolescencia en el parque vehicular, sobreposición de rutas, falta de capacitación a los operadores, inseguridad en el servicio, alto impacto ambiental y poca integración con las líneas de deseo (CAF, 2011).
Daniel Fajardo, subsecretario de Sedatu, aseguró que la institución está comprometida con socializar el documento a todas las organizaciones de transportistas, gobiernos estatales y gobiernos municipales, ya que todas las personas deben tener la oportunidad de conocerlo.
Hacer los cambios en el transporte público colectivo requiere mucha fuerza política, más de lo que hemos pensado. Requiere valor político y liderazgo porque las resistencias van a ser muy grandes”, dijo.