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MÉXICO D.F., 15 de julio del 2014.- Con la presentación, esta mañana, del etiquetado frontal obligatorio, del sello nutrimental y de la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a niños, la Secretaría de Salud federal “rectificó las profundas incongruencias que había cometido la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)”, señaló la Alianza por la Salud Alimentaria.
En un posicionamiento difundido esta tarde, luego de las medidas anunciadas por la Cofepris, la organización recordó sus denuncias en torno a que el etiquetado frontal obligatorio para alimentos y bebidas promovido por la Cofepris representaba un riesgo para la salud pública de los mexicanos.
La reglamentación establecía una recomendación de consumo diario de azúcar equivalente a 90 gramos (18 cucharadas cafeteras) cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda el consumo de este ingrediente y establece un máximo tolerable de 50 gramos (10 cucharadas) y ha puesto a consulta reducirlo a 25 gramos (5 cucharadas).
“La decisión de retirar la palabra recomendación para la ingesta de azúcar en el etiquetado frontal es un paso importante y un reconocimiento por parte de la Secretaría de Salud de que era insostenible mantener ese criterio.
“La propia COFEPRIS, ante nuestras críticas, señaló que sus criterios estaban de acuerdo con los de la OMS. Con la ratificación se reconocen las mentiras de COFEPRIS presentes en boletines de esta dependencia”, señaló Xaviera Cabada, coordinadora del Área de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, organización parte de la Alianza.
Sobre el sello nutrimental que, según la dependencia federal sólo se otorgará a productos con alto valor nutricional, la Alianza consideró que responde también a las observaciones que ya les había hecho.
“Aunque la Secretaría de Salud no ha sido específica al respecto, esta rectificación debe significar que, al menos, los productos gravados por el impuesto no podrán ostentar el sello nutrimental ni publicitarse en horarios infantiles. Una incongruencia que era también insostenible”, afirmó Katia García, investigadora en Salud Alimentaria de EPC.
Para la agrupación, las rectificaciones presentadas por la Secretaría de Salud en relación a los criterios de etiquetado frontal y sello nutrimental “son bienvenidas”; sin embargo, “es necesario señalar que el tipo de etiquetado frontal elegido no es entendible por los consumidores mexicanos y que los criterios para el sello nutrimental y la publicidad dirigida a la infancia son extremadamente débiles.
“Lo que tenemos es una rectificación de criterios absurdos e insostenibles que veníamos denunciando, pero si realmente queremos combatir el ambiente obesigénico necesitamos replantear el etiquetado frontal y los criterios del sello nutrimental y la publicidad dirigida a la infancia.
“Es urgente contar con criterios elaborados libres de conflicto de interés en procesos abiertos con la participación de los expertos, no por las grandes empresas de alimentos como ha ocurrido con Cofepris”, señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.