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MÉXICO, DF, 19 de enero de 2015.- El procurador Federal de Protección al Medio Ambiente, Guillermo Haro fue categórico al señalar que “nunca” debieron edificarse unidades habitacionales en la zona de Ávalos (Fundidora Ávalos), sin haberse agotado los análisis que comprueben la inexistencia de plomo en esa región ubicada al sur de la capital de Chihuahua.
“Nunca tuvo que haberse llevado a cabo la edificación de ningún desarrollo habitacional sin haber agotado la remediación correspondiente”, sentenció.
Aunque en ningún momento hizo alusión a la serie de acciones que el gobierno federal tomará en caso de confirmarse que cerca de 400 infantes se encuentren intoxicados con plomo en la sangre, dijo que sí se requieren realizar nuevos estudios a estos niños quienes han presentado sintomatología negativa.
“gobierno federal, Cofepris y Profepa, recomendamos llevar a cabo nuevas muestras en los niños lo cual está ocurriendo en estos días y seguramente será el Gobierno del estado el que anunciará de manera compartida con autoridades federales los resultados de estas muestras a estos 400 niños”, dijo.
Tras explicar que la ex Fundidora Ávalos, ubicada en Chihuahua, que operó de 1903 a 1997, contaba con una extensión de 475 hectáreas, y que en la década de los años veinte del Siglo pasado “fue considerada como la planta de mayor en producción de plomo en el mundo”, ésta tenía una producción cercana a las mil 600 toneladas de este metal.
Recordó que fue a mediados de 2004, cuando a iniciativa del Gobierno de Chihuahua se construyeron distintas unidades habitacionales, así como escuelas de educación básica entre otras.
Ante un escenario en el que varias familias que habitan en esa zona pudieran estar contaminadas, prosiguió, la Profepa realizó recientemente una serie de estudios en los que, en efecto, se detectaron muy altas concentraciones de distintos metales.
“De los análisis preliminares que la Profepa cuenta desde entonces existen suelos con altas concentraciones de plomo, arsénico, zinc. Se calculan más o menos 2 millones de metros cúbicos de jalis, un millón de metros cúbicos de escorias de plomo y más de 300 mil metros cúbicos de escorias de zinc”, precisó.
En el marco de la conferencia de prensa sobre la Temporada de Avistamiento de la Ballena Gris en México, el funcionario federal abundó que ya se estableció una “ruta crítica entre dependencias federales y estatales” para determinar las condiciones actuales del sitio y “llevar a cabo nuevos muestreos de los residuos existentes: jalis y escorias fundamentalmente, determinar si son o no peligrosos, caracterizar el sitio, hacer un diagnóstico del estado que guarda la presencia posible de metales pesados u otros contaminantes”, y finalmente, dijo, precisar las áreas de remediación correspondientes.
En ese sentido, y ante lo preocupante del escenario resumió los pasos a seguir por el momento y de forma coordinada por autoridades federales y estatales.
El primer paso pues que estamos llevando a cabo el muestreo de los residuos en predios actuales “para ver si son o no peligrosos y desde luego establecer una ruta crítica”.
“Son dos los caminos: los caminos ambientales será tener la certeza si el sitio o no permanece contaminado, de qué está contaminado, la caracterización, y establecer un programa de remediación para volverlo al sitio que se encontraba antes de la presencia de esta fundidora en el sitio”.
Y de refilón el funcionario federal trató el tema de la salud de los infantes:
“Por otra parte los autores ambientales, tanto estatales como federales estamos tomando acciones para resolver, en su caso de confirmarse, la presencia de plomo en estos 400 niños”, finalizó