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MÉXICO, DF, 17 de marzo de 2015.- Sin protestas callejeras a las puertas de la Suprema Corte de Justicia, Eduardo Medina Mora Icaza, se convirtió antes del mediodía, en el ministro número once, en sustitución del fallecido Sergio Valls Hernández.
Ante los plenos del Consejo de la Judicatura Federal, del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, de la Suprema Corte de Justicia, así como de familiares y ex colaboradores, Eduardo Medina Mora tomó protesta constitucional, se le entregó la credencial, la toga y fue asignado a la Segunda Sala, donde se tratan temas laborales y administrativos, entre otros.
Sin la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y la procuradora general del país, Arely Gómez González, a quienes se esperaba que acudieran a este evento, y con un discurso hueco, que hizo remembranzas a su familia, a su padres y a sus “maestros” en la facultad de Derecho, Eduardo Medina Mora, recordó que su padre Raúl, ex presidente de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, en la década pasada, se le mencionó como aspirante a ministro, pero por esas circunstancias de la vida, no llegó.
Ahora, dijo, con su llegada, se cumplió un sueño de familia.
Ante los ministros jubilados Mariano Azuela Guitrón y Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Medina Mora, dijo que como ministro velará por mantener a la Constitución “viva y moderna” ante los embates del tiempo y los cambios sociales.
Previamente, el pleno había asignado a la ministra Olga Sánchez Cordero, para dar el discurso de bienvenida a su nuevo compañero, y de entrada, le dijo que lo recibía una institución “a la que todos los mexicanos se encuentran abiertos a escuchar los muy diversos argumentos y las diferentes posturas de quienes acuden a ella a dirimir sus conflictos, una institución que a diario se involucra en un debate serio, minucioso, a fin de determinar cuál es la solución que más se ajusta a nuestro pacto social”.
Expuso que le daba la bienvenida “a una institución plural, neutral, independiente y colegiada, lo recibe el tribunal Constitucional del Estado mexicano, una institución que tiene hoy un papel fundamental en nuestra democracia, que es un elemento consustancial a ésta, precisamente porque es la encargada de defenderla”.
Y es que algunos analistas sostienen que la gota que derramó el vaso y que motivó la salida de Carmen Aristegui de MVS, fue el hecho de permitir que diversos académicos y legisladores de izquierda criticaran severamente la postulación presidencial de Medina Mora como candidato a ministro de la Suprema Corte de Justicia.
Pero Olga Sánchez Cordero no se salió de su discurso y le dijo a su nuevo colega que lo recibía una Corte “cuyo proceso de evolución ha sido largo y nunca exento de tropiezos” y de que en “en México muchas personas desde los más variados y diferentes frentes hemos trabajado duro para hacer posible la existencia de un tribunal constitucional fuerte e independiente”, por lo que para llegar a ello, se requirieron cambios y reformas constitucionales”.
Sin mencionar el hecho de que el nombramiento de Eduardo Medina Mora para la Suprema Corte vino precedido de una carta en la que más de 51 mil ciudadanos pedían al Senado de la República diera marcha atrás con su designación, la ministra Sánchez Cordero dijo en su discurso que “el camino que lleva a convertirse en juez constitucional, pasa por comprender que se es guardián de la Constitución y eso significa defender los derechos humanos de todas las personas”.
“Ser juez constitucional es ser también un árbitro entre los diversos y diferentes poderes que existen en un Estado de derecho, se requiere un alto grado de sensibilidad y humanismo, de refinamiento teórico, pues se resuelven a través del derecho, conflictos que muchas veces tienen su origen político”.
Por último, la ministra dijo que la Suprema Corte ha recibido muchas distinciones y que ella aunque está a punto de dejar la propia Suprema Corte, lo recibía con la confianza de que todos los derechos humanos los va a respetar.