Corrupción: un país de cínicos
Entre campañas, redes sociales y… policías
Pedro Esteban Penagos López, magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), sostuvo que las redes sociales “maximizan el ejercicio de la libertad de expresión” y sirven para que los ciudadanos puedan emitir un voto informado y razonado. Sin embargo, consideró necesaria su regulación, en materia electoral, “a fin de procurar que no exista inequidad en la contienda”.
Pero las redes sociales desde su nacimiento han servido de catarsis y como una especie de foro abierto, en donde los ciudadanos manifiestan su malestar con la clase política y critican con severidad las medidas que están tomando. Han servido también como parámetro, no sólo para ridiculizar sus propuestas, sino para insultar a los candidatos y partidos.
Es más, en las redes sociales los ciudadanos, principalmente los capitalinos, han agredido e insultado al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa y a los integrantes de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, a los que prácticamente han enjuiciado, por varias de las medidas absurdas que han impuesto como consecuencia de las contingencias ambientales.
Al impartir la conferencia “Libertad de expresión: El uso de las redes sociales en procesos electorales”, realizada en el Tribunal de Justicia Electoral de Baja California, el magistrado Penagos López reconoció que las redes “constituyen el instrumento más importante para hacer oír y atender la voz, y la voluntad ciudadana, maximizando el ejercicio de la libertad de expresión”, además de que el uso de las redes sociales, expuso, tiene la ventaja adicional “de que no se necesita permiso o concesión, y no genera costo alguno, excepto en casos de publicidad contratada. En su caso, debe ser regulada en la materia electoral, para procurar que no exista inequidad en la contienda, derivada de situaciones de índole financiera”, añadió.
Los mexicanos, efectivamente, estamos en una etapa de transición en la que se oyen voces que exigen que no haya ningún tipo de regulación en la libertad de expresión que se manifiesta en las rede sociales, además de que dichas redes se han convertido en foros abiertos en los que cada quien escribe lo que quiere. Las redes sociales, según los comunicólogos modernos, son producto de la deliberación social, que es la base de la democracia, por lo que se debe hablar del ciberactivismo político-electoral, como un nuevo modelo de participación democrática del siglo XXI. El académico y escritor, Mark Zuckerberg, sostiene que “gracias a las redes sociales y otras herramientas de Internet millones de personas dicen lo que piensan y su voz es escuchada”. En ese sentido, los jueces deben tutelar porque el derecho a opinar e informarse sea protegido, pues el artículo Sexto Constitucional señala con absoluta claridad:
“La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado. Toda persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier medio de expresión.
En ese sentido, los medios de comunicación electrónicos han servido para potenciar la libertad de expresión, como parte del derecho humano de buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole en medios digitales, establecidos en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el artículo 13 del Pacto de San José. Por ello, las redes sociales son el medio que posibilite el ejercicio abierto, plural y expansivo de la libertad de expresión, como una forma de empoderamiento de la ciudadanía en una democracia y pueden descalificar a los políticos y a los candidatos de los partidos, por la serie de incongruencias que muestran, y como ejemplo, están las críticas a los integrantes de las dos Cámaras que conforman el Congreso de la Unión que como verdaderos cómplices frenaron la aprobación de una legislación severa contra la corrupción y que no está porosa.
Y es que, a un mes de las elecciones, las campañas no llegan a sus más altos niveles de aceptación en la sociedad mexicana, mientras que 13 días después de los comicios, es decir para el 18 de junio, todos los policías municipales, estatales y federales deben de estar verdadera y eficazmente capacitados para la implementación de los juicios orales. Todo parece que es una simulación. Y el Presidente Enrique Peña Nieto debe de estar preocupado por esta simulación, pues la seguridad pública es su talón de Aquiles. Y si no, al tiempo.
Otro que debe estar preocupado por lo mismo, es el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, pues los candidatos a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, sobre todo del PRD, Movimiento Ciudadano, PT y Morena, lo han agarrado de bandera para criticarlo con mayor severidad de como lo hacen el PAN, PRI, PVEM y Nueva Alianza. En fin. Esto apenas comienza a subir de temperatura y también los índices de ososo y azufre.