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MÉXICO, DF, 2 de febrero de 2015.- En México más que talento lo que hace falta a los músicos de todos los niveles es disciplina, aseguró el violinista Luis Manuel Saloma y Alcalá, quien se pronunció por retomar el ejemplo de los ejecutantes chinos, japoneses o alemanes, que ante cualquier situación o adversidad, se mantienen disciplinados, informa la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex.
“He tenido muchos alumnos que estudian conmigo dos meses y después no vienen porque no tienen tiempo o porque se les atravesó algo y al final ya no regresan. Hace falta disciplina, orden y tesón; estar siempre ahí; trabajo, trabajo y más trabajo”, sostuvo el primer concertino de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN).
El egresado del Conservatorio Nacional de Música afirmó que ser músico requiere de varias horas de esfuerzo, entrega y mucha disciplina.
“Los músicos estamos todo el tiempo estudiando, llevamos varias horas de ensayo con la orquesta, pero aparte tengo que practicar en mi casa mínimo de dos a tres horas diarias para poder mantener un nivel profesional adecuado para venir a desempeñar el trabajo en la orquesta.
De hecho, comparó la vida del músico con la de los atletas; ellos, dijo, “tienen que seguir una rutina diaria, ir al gimnasio y con nosotros es lo mismo, en lugar de tener pesas, estamos metidos en cuarto practicando varias horas, casi no nos movemos”.
Miembro del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), desde 1995, puso énfasis en que por todas sus cualidades, hoy más que nunca, es necesario acercar el arte y la música a los jóvenes, a fin de resarcir el tejido social actual.
“Hoy –recordó– tenemos varios festivales de música en provincia; está claro que existe un movimiento musical, lo que veo es que estas orquestas juveniles han sido copiadas de un sistema de Venezuela que ha resultado estupendo”.
“Hay que conformar orquestas, sobre todo, entre los jóvenes que son presas fáciles de la delincuencia, gente de los barrios bajos. Si se rescata a estos muchachos y se les pone algún instrumento musical, se juntan en orquesta, la música es una disciplina estupenda para formar el espíritu de grupo. Si se hicieran más orquestas en México, la música ayuda mucho, hay que acercar el arte a ellos para resarcir el tejido social”, consideró.
Para Saloma, ser músico y pertenecer a una de las agrupaciones musicales más importantes del orbe, resulta un privilegio y un placer.
“Trabajo en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) desde 1955 y soy concertino de la OSN desde 1976, entonces tengo poco más de 30 años en el puesto de concertino. Son muchos años, he conocido a muchos directores, solistas; he realizado varios viajes con la agrupación a Europa, estoy orgulloso de estar en la primera institución oficial musical de la República”, indicó.