Abanico
Médico y musicólogo
Nos refiere también el traumatólogo Fernando Calderón Ramírez de Aguilar algunas características de la tipología de varios compositores. Y como experto cirujano, paso a paso, diestro en el bisturí, permite conocer en disección su estudio sobre, llamémosle así, los músicos. Aquí está su razonamiento, ameno, profundo, pero sobre todo ágil:
Héctor Berlioz.
Un alma dolorosa, terrible, exasperada, no se serena jamás un solo día, ni un solo minuto de su vida. Con el aspecto de un animal heráldico, tenía una salud de hierro que arruino con sus privaciones y extravagancias, sus corridas bajo la lluvia, su dormir al aire libre y hasta en la nieve. Un genio.
Federico Chopin.
La figura y la transparencia de su tinte seducían al ojo. Sus gestos eran graciosos, El timbre de su voz siempre asordinado, a menudo apagado. De talla esbelta; miembros débiles Toda su apariencia hacía pensar en un tejido vaporoso que al menor contacto se deshace. Melancólico por excelencia.
Su amor George Sand, le producía problemas y dolores constantes. Y se encerraba en su habitación días enteros para llorar y caminaba como si padeciera una depresión incurable. Reescribía sus composiciones frecuentemente.
Franz Liszt.
Pequeño como un insecto, de manos flexibles, ojo magnifico inmenso, perdido en el sueño, nariz curvada. Sus largos cabellos enmarcaban un rostro que muestra nobleza, muy elegante.
Era de un temperamento nervioso, sanguíneo y armónico. Cálido, y critico muy sociable. Perspicaz y de rica imaginación como lo demuestra en sus maravillosas obras.
Juan Sebastián Bach.
De aspecto poco macizo, rostro muy fresco, doble mentón, boca grande y bastante fina, nariz rectan y gruesa, con ojo de hombre honesto, que sabe bien lo que sabe, manos anchas, cuadradas y con el aire majestuoso de los Borbones. Así, sin más, es su descripción.
Gioacchino Rossini
Su rostro ovoide, de frente lisa y nariz grande y recta, ojos vivos, Mirada amable con boca pequeña, de actitud despreocupada pero muy armoniosa, espíritu claro y decidido, expansivo y muy sociable.
Jacques Offenbach.
Cráneo amplio, orejas bien conformadas y pequeñas, ojos chispeantes, labios delgados, mentón cuadrado, cuello bastante largo, tórax débil y talle fino, de marcha suave y de graciosos movimientos.
Franz Schubert.
Una cabeza adornada con lentes, cabellos crespos, gran rostro, labios gruesos, un cuerpo pequeño y rechoncho, muy ventrudo. Fue un hombre poco agresivo y muy distraído e imprevisible, para Jung seria el tipo de intuición introvertida.
Giusseppe Verdi.
Un hombre robusto y tranquilo aunque bastante colérico, honesto, preocupado por el trabajo bien hecho con obras sólidas, con gran lucidez y adhesión a su patria.
Esa tipología nos muestra la clase de obras musicales que hicieron y dieron a la posteridad. Muestran la conformación musical que debieron tener sus obras”.
Nos habla también el doctor Calderón Rmz sobre la patología y su terapéutica musical. Leamos sus puntos de vista:
“Ya hablamos sobre la Oligoterapia. Cuyo óptimo efecto fue la tonalidad. Esa tonalidad en si bemol aportaba con mucho los mejores resultados.
Poco después se descubrieron los óptimos beneficios de la tonalidad en fa sostenido o sol bemol mayor, sobre todo en los trastornos mentales. Ayudó la biopsicología en donde se aprendió cómo las ondas sonoras, pueden movilizar en formas positiva o negativa los procesos celulares.
Aportan o quitan beneficios para la curación de los procesos morbosos, que atacan al género humano. Fue un descubrimiento de vital importancia. Como ejemplo baste conocer que la histamina que juega un papel esencial en el equilibrio de los neurotransmisores cerebrales, sobre todo a nivel del hipocampo, al sufrir alteraciones evita la regulación e integración de las emociones. Ayuda el zinc y la destruye el cobre. Otro regulador es el manganeso que apoya a la buena memoria, como activador enzimático principal.
A todos estos procesos ayudan las ondas sonoras de la tonalidad en fa mayor. Benefician y facilitan estos procesos celulares. Aún falta muchísimo por descubrir sobre cómo actúa la música en todos estos procesos, pero el conocerlo es un estímulo, para la investigación de la acción terapéutica de la musicoterapia”.
Insiste el galeno, ex director de traumatología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, en algo práctico de los beneficios de la música terapia: La música ambiental. Explica:
“Se trata de una música suave, que induce a la distensión en situaciones más o menos angustiosas. Amortigua la agresividad que se desarrolla en algún tipo de personas.
Esto se presenta casi siempre en lugares de espera, comercios, exposiciones, transportes públicos, salas de reunión, excursiones, hoteles y bares.
Recomienda:
Bach. Conciertos de Brandenburgo.
Beethoven, Sinfonía Heroica no 3 – Sonata Claro de Luna – Brahms. Intermisos,
Chopin. Primer Concierto para piano (segundo movimiento) – Vals en la menor,
Debussy. Claro de Luna,
Grieg Concierto para piano (segundo movimiento).
Saint Saënz ¨El Acuario y El Cisne.
Schumann. Reverie.
Tchaikovsky. Sinfonía 6 y 7.
Para la relajación:
Joaquín Rodrigo. Concierto de Aranjuez.
Debussy, tres Nocturnos para orquesta.
Beethoven. Cuarteto para cuerdas en fa.
Vivaldi. Las Cuatro Estaciones.
Para el insomnio:
Chopin. Nocturnos. Berceuse op 57
Para la distensión.: Tangerine Dream.
También nos dice que hay música para la ulcera Gástrica, para la Hipertensión etcétera.
Y nos recomienda, vale la pena, si hay interés, buscar en la guía práctica, el libro de L. Bence y M. Mereaux”.
A todos dedica su esfuerzo en este trabajo literario-médico-musical con firma y nombre: Dr. Fernando A Calderón R de A.