Busco a mis hijos con el dolor de respirar ante su ausencia: Ceci Flores
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de febrero de 2016.- La problemática principal de la lengua materna es que el Estado no tiene un proyecto de país plurilingüe, ni asume la responsabilidad de combatir la desigualdad, porque en la base de las inequidades están los pueblos indígenas, y en el fondo, sus lenguas, que padecen un acoso sistemático, consideró José del Val, director del programa universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la UNAM.
Y enfatizó, se informó en un comunicado, que las lenguas no se rescatan, pues cuentan con hablantes y es a ellos a quienes se debe atender.
“Eso de rescatar la cultura o las lenguas es mentira, lo que hay que hacer es promover al que las habla; no se debe proteger la lengua, sino promover a quien dialoga, darle las condiciones para que la ejerza”, dijo.
En ocasión del Día Internacional de la Lengua Materna, que se celebra el 21 de febrero, recordó que recientemente un comunicador hizo un señalamiento ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en el que se inconformaba porque una legislación impedía hacer el uso de lenguas indígenas en la radio, situación que finalmente se dictaminó a favor del particular.
“Es un reflejo de cómo nos encontramos. Entonces, ¿cuál es el proyecto del Estado de una sociedad multilingüe?, ¿cuál para la educación formal de las lenguas indígenas en México?, ¿cuál para que haya una primaria, secundaria, preparatoria o universidad en maya o purépecha? No los hay, y además la estructura educativa está hecha para que no existan”, acusó.
¿Rescate?
Según Del Val, el proyecto de reconocimiento y salvaguarda que lleva a cabo el Instituto Nacional de las Lenguas Indígenas (INALI) es una labor sumatoria, mejor dicho, ‘exhumatoria’.
“Nos dicen cuántas lenguas están en extinción y en qué proceso van a desaparecer; es antropología física, es mortuorio el asunto. Pero las lenguas no se van a morir, llevan 500 años golpeadas, presionadas, impedidas para su desarrollo y siguen ahí, porque están con las personas.
“Si el Estado creara las condiciones, México se convertiría en una nación multilingüe y, por ejemplo, en la zona maya se hablaría esa lengua y el español, como en cualquier país moderno y civilizado del mundo, donde se hablan varias y no pasa nada”.
Pero entonces, reiteró el universitario, ¿dónde está el proyecto social de la lengua? En la primaria deberían enseñar a los niños qué quieren expresar cuando dicen palabras como palero, achichincle, aguacate, Popocatépetl o jitomate…
Diáconos
En cuanto a la reciente visita del Papa Francisco, Del Val consideró trascendente que no sólo lamentara que los pueblos originarios sean incomprendidos y excluidos de la sociedad (por lo que llamó a ofrecerles “perdón”), sino que haya utilizado una frase en tzeltal para iniciar un sermón.
Fue importante porque, además, autorizó algo que años atrás hizo Samuel Ruiz, ex obispo de San Cristóbal de las Casas: ordenar diáconos y permitirles que trabajaran en su lengua; los impulsó, pero en su momento toda la curia conservadora mexicana estaba en contra. Por ello es importante el acto del Papa de haber ido a la tumba de Ruiz, rezar en ella y reiterar esa libertad.
Sobre el perdón papal, indicó que el problema no es sólo quedarse con el mea culpa, sino ir más allá.