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MÉXICO, DF, 3 de septiembre de 2014.- “Pancho Colorado. ¿Cuánta gente lo recuerda en México a Pancho Colorado, el hombre leyenda de Tuxpan, Veracruz, que compraba en Estados Unidos espectaculares caballos de carrera para los Zetas”, se pregunta el periodista Ciro Gómez Leyva en la presentación de la extensa entrevista que le realizó a ese personaje preso en el penal de Bastrop, en el estado de Texas, que publica el portal digital del diario Milenio.
“Quieren quedarse con mis 25 millones de dólares que tenía depositados en Florida y mis dos aviones de Houston. Por eso quería que vinieras, para que me vieras a los ojos, para que veas que estoy diciendo la verdad. Para que sepas que estoy desesperado”, señala el oscuro personaje al periodista.
Ahora, Pancho Colorado se viste de víctima y asegura que su relación con los Zetas era producto de “Una extorsión, me mataban o mataban a mi familia si no los obedecía. Nos mandaban decir: si no pagas los caballos, despídete de tu vida o la de tus hijos, al que encontremos primero. Y es un asunto de caballos, chingada madre”, dice el hombre que desde hoy duerme en su casa ya que en México no existe ninguna orden de aprehensión en su contra.
El entrevistado señala que los caballos que vendía para la organización criminal “costaban 100 millones y se vendieron en ocho millones. Eso, quien sepa de caballos, te lo puede explicar muy bien. ¿O en serio creen que esa cantidad de caballos se iban a comprar con menos de 10 millones de dólares?”, pregunta buscando la credibilidad de su interlocutor.
Con coraje, que el periodista sabe trasladar a su texto, el prisionero acusado de narcotráfico y lavado de dinero por la justicia estadounidense, se queja de no contar con el más mínimo apoyo consular de su país de origen: “Cero. ¡Cero! Ni siquiera han preguntado. Cero, redondito”.
“Desde 2008, los Zetas nos forzaron a varios allá en Veracruz a comprar caballos de carreras muy costosos. A mí me buscó Carlos Nayen, me dijo que los Zetas querían que los ayudara a escoger caballos ganadores en las subastas. Yo le dije que no a Nayen, pero me dijo que era a güevo”, señala Pancho.
“En septiembre de 2010, en la subasta de Ruidoso, Nuevo México, Nayen, junto con José Treviño, el hermano del Zeta 40, compraron 23 caballos por más de dos millones de dólares; dos millones 200 mil, más o menos. Y me obligaron a pagarlos. Le dije a Nayen que ya no haría más compras y a los pocos días unos desconocidos balearon mi casa en Tuxpan”, señala.
El modus operandi se repitió en septiembre de 2011. Nayen y su gente compraron 18 caballos en Ruidoso por 2 millones 350 mil dólares, dinero que salió también de las cuentas de ADT. El mismo mes, se adquirieron otros 23 caballos en la subasta de Heritage Place. Colorado desembolsó un millón 300 mil dólares.
El gobierno de Estados Unidos acusó que ADT Petroservicios se fondeaba con el dinero de las actividades ilegales de los Zetas, y que Colorado utilizaba su negocio, en apariencia lícito, para canalizar dinero en México y Estados Unidos al grupo criminal a través de la compra y mantenimiento de caballos de carreras de cuarto de milla.
El abogado DeGeurin comprometió presentar en la Corte a los testigos que probarían la larga experiencia de Colorado en el negocio de los caballos, y que lo habría convertido desde tiempo atrás, entre otras cosas, en el principal generador de empleos en Tuxpan. Ofreció, además, presentar a un prominente contratista de servicios de seguridad, al que la familia Colorado contrató para protegerse de las amenazas y acciones de los Zetas. Pero terminó la etapa de pruebas y no presentó ninguna evidencia a la Corte y el jurado.
(La entrevista completa en http://www.milenio.com/politica/Pancho_Colorado_caballos_zetas-Pancho_Colorado_Ciro_Gomez-Pancho_Colorado_entrevista_0_365363753.html.)