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MÉXICO D.F., 17 de julio del 20104.- Pemex reconoció que la reforma energética podría generar “efectos adversos en aspectos significativos” para los intereses de la paraestatal, de acuerdo con el informe 2013 de la paraestatal ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el reporte financiero de Pemex ante las autoridades estadounidenses, la paraestatal admite que la implementación de las leyes secundarias de energía impulsadas por el gobierno federal podría generar efectos negativos en las finanzas de Pemex, situación que la administración del presidente Enrique Peña Nieto ha negado de manera pública en reiteradas ocasiones.
“Sería prematuro predecir los efectos a largo plazo del decreto de la Reforma Energética, pero se estima que estos efectos podrían ser adversos a los intereses de Pemex en aspectos significativos”, señala Pemex en el apartado Factores de riesgo, en la página 7 del documento.
http://www.ri.pemex.com/files/content/Pemex_2013_Form%2020-F.pdf
Pemex también reconoce que la legislación secundaria de la reforma energética podría tener efectos negativos en la producción debido a la desincorporación de bienes propiedad de la paraestatal y los despidos que se producirán con la privatización de Pemex, tal como se propone en el tercer paquete de la reforma energética referente a los cambios impulsados por el PRI y PAN a la Ley de Petróleos Mexicanos.
“La reorganización y transferencia de activos contempladas en el decreto de la reforma energética o cualquier otra reorganización o transferencia que el Gobierno Federal realice, podría afectar de manera adversa la producción de Pemex causar una alteración en su fuerza de trabajo y en sus operaciones, así como un posible incumplimiento en ciertas obligaciones”, reconoce Pemex.
Además, la paraestatal admite que la empresa no podría competir frente a las empresas privadas para explotar los yacimientos que se adjudicarán a particulares a través del procedimiento conocido como Ronda Cero, debido a las mermas financieras derivadas que posiblemente tenga Pemex por la reforma energética.
“Pemex no puede garantizar que tendrá o estará en posibilidades de obtener, en el tiempo esperado, los recursos suficientes que sean necesarios para explotar las reservas a través de las asignaciones que el Gobierno Federal le adjudique en la Ronda Cero o, en su caso, a través de los derechos que se le adjudiquen en el futuro. Adicionalmente, el aumento en la competencia en el sector de petróleo crudo y gas en México puede incrementar los costos para la obtención de campos adicionales en las licitaciones por los derechos sobre nuevas reservas”, apunta el texto de 377 páginas.
La paraestatal señala que la reforma podría afectar los negocios de la empresa, debido a que la intervención del gobierno federal en las operaciones de Pemex perjudicaría su capacidad económica para pagar su deuda.
“A pesar de una mayor autonomía y de su conversión en una empresa productiva del Estado, la emisora continuará bajo la regulación y supervisión del gobierno federal, ya que el gobierno federal tiene (y, una vez que se implemente el decreto de la reforma energética y la legislación secundaria que corresponda seguirá teniendo, aunque en menor medida) la facultad de intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos comerciales y operativos de Pemex. Dicha intervención podría afectar de manera adversa la capacidad de Pemex para cumplir con sus obligaciones de pago derivadas de cualquier valor emitido por la emisora. Las obligaciones derivadas de los financiamientos que contrata la Emisora no son obligaciones del Gobierno Federal ni están garantizadas por el mismo.”
“La capacidad de PEMEX para hacer estas inversiones está limitada por la cantidad de impuestos y derechos que se pagan al Gobierno Federal y los decrementos cíclicos en sus ingresos debidos principalmente a la caída en los precios del petróleo. Adicionalmente, los recortes en el presupuesto impuestos por el Gobierno Federal y la disponibilidad de financiamiento podrían limitar la capacidad de PEMEX para realizar inversiones necesarias para mantener los niveles de producción actuales e incrementar las reservas probadas de hidrocarburos que está facultada a explotar.”
El reporte de Pemex también considera que la violencia del crimen organizado y la inestabilidad política que prevalece en el país, son otro factor de riesgo para el futuro inmediato de la empresa.
“El deterioro en la condición económica de México, la inestabilidad social, movimientos políticos u otros acontecimientos sociales adversos en México podrían afectar, en forma adversa, el negocio de Pemex y su situación financiera. Estas situaciones podrían llevar a una mayor volatilidad en el tipo de cambio y en los mercados financieros, afectando así la capacidad de Pemex para obtener nuevos financiamientos y para pagar su deuda”, agrega el documento.
“Recientemente, México ha experimentado un aumento en la violencia criminal, principalmente debido a las actividades de diversos grupos de la delincuencia organizada. Como respuesta, el gobierno federal ha implementado varias medidas de seguridad y ha reforzado las fuerzas militares y policiacas. A pesar de estos esfuerzos, este tipo de delitos continúan. Estas actividades, su posible incremento y la violencia asociada a ellos podrían tener un impacto en la situación financiera y los resultados de operación de Pemex”, reconoce la paraestatal.
Luego de dar a conocer el informe ante la tribuna del Senado, la vicecoordinadora del PRD, Dolores Padierna, indicó que el documento evidencia y exhibe las contradicciones del gobierno federal, luego de que Pemex reconociera que la reforma energética representa un riesgo para sus intereses. Algo que contradice los argumentos del PRI y el PAN en torno a que la reforma energética busca beneficiar a Pemex.
“Esto desmiente a los promotores de la reforma que la tratan de vender como un mecanismo para fortalecer a Pemex ya que la propia empresa está anticipando sus efectos negativos, los que por otro lado son innegables, puesto que el único propósito de la reforma es convertir al sector energético en un negocio privado, para lo cual estorba Pemex”, señaló Padierna.
“Más claro ni el agua. Si no se le asignan a Pemex las reservas que está solicitando se verá seriamente afectado porque no generará los ingresos que requiere. Pero además, las restricciones presupuestales, derivadas de la imposición del balance financiero y del régimen fiscal, le impedirán hacer las importantes inversiones para el desarrollo y explotación de las asignaciones. Es decir está en un callejón sin salida”, agregó.