Pocos capitalinos saben significado de Asamblea Constituyente: INE

CIUDAD DE MÉXICO, 15 de mayo de 2016.- La elección de la Asamblea o Congreso Constituyente, que habrá de redactar la primera Constitución de la Ciudad de México, está muy cerca, ha pasado casi un mes desde el inicio de las campañas, el pasado 18 de abril, y la ciudadanía parece no estar enterada o interesada en lo que habrán de elegir el próximo 5 de junio, por lo que el temor a que el abstencionismo sea el verdadero protagonista de estos comicios es cada vez más latente y preocupante.

En entrevista para Quadratín México, el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Marco Antonio Baños, aseguró que es de suma importancia hacer conciencia en la ciudadanía sobre la trascendencia que tiene la elección del Congreso Constituyente, para lo cual, señaló, se necesita el apoyo de autoridades, partidos y medios de comunicación.

“Creo que vale la pena que los ciudadanos se concienticen sobre la importancia de que la redacción de la Constitución se haga por personas que sean elegidas, que gocen de legitimidad con el voto ciudadano. Nosotros estamos desplegando ahora una enorme campaña de difusión, creo que es importante que los medio de comunicación nos ayuden; nosotros trabajaremos muy duro en la difusión del tema”, enfatizó.

Mencionó que se está haciendo una campaña por radio, televisión y redes sociales donde se explica a la ciudadanía lo que se votará y por qué, sin embargo, reconoció que todavía hace falta mucho y que los partidos también realizan su parte.

Sin embargo, y a pesar de la difusión que se ha hecho del tema, pocos capitalinos saben el significado de una Asamblea Constituyente, cómo se elegirá a sus integrantes y las funciones que desarrollarán, aún así el consejero electoral es optimista y espera que haya una votación más amplia y que se supere la cifra alcanzada en 2015, que fue poco más de tres millones 250 mil votantes de una lista nominal de siete millones 300 mil electores.

“No tenemos una previsión, pero aquí la participación ciudadana en la última elección fue arriba del 50 por ciento, entonces, espero que la participación sea mucho más alta porque evidentemente tiene, no sólo una importancia jurídica y política, sino un enorme simbolismo que la Constitución sea redactada por gente que venga de una votación masiva de los ciudadanos de México”.

Además, y pese a las buenas intenciones del consejero electoral, hay voces, como el del diputado local del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Fernando Zárate, que prevén una pobre participación de tan sólo el 12 o 15 por ciento de los 7.4 millones de votantes registrados actualmente en la capital del país, argumentando que se debe al desencanto de la ciudadanía porque no se están tocando los temas que realmente interesan, como la problemática de los servicios públicos y el combate a la corrupción.

La Ciudad de México como estado 32 es una realidad que ya está a un paso de consolidarse con la creación de su primera Constitución, donde se establecerán las reglas que permitan ejercer su autonomía en todo lo concerniente a su régimen interior, organización política y administrativa, es decir, será el documento que regirá la vida política y social de la ciudad.

De ahí la enorme importancia que tiene la conformación de una Asamblea Constituyente que estará compuesta por 100 integrantes, 60 de los cuales serán electos por la vía plurinominal a través del voto directo de la ciudadanía, esto quiere decir que se emitirá el voto por partido o candidato independiente y de acuerdo al número de sufragios obtenidos se determinarán los lugares en la Asamblea que tendrá cada instituto político, que los distribuirán en el orden que tengan sus listas de aspirantes, por eso los primeros 10 siempre tendrán mayor posibilidad de ser electos.

Ante ello, el consejero Baños reiteró el gran significado de este cambio en la geografía política de la ciudad, “se trata de la Constitución de la Ciudad de México, ni más ni menos, de la edificación formal de lo que va a ser ya el estado 32, después de muchos intentos y de una serie de reformas que paulatinamente fueron acercando a la Ciudad de México a lo que ahora va a ser el estado 32”.

El proceso está en su recta final, ahora corresponderá al electorado demostrar si está a la altura que el nuevo estatus de la capital requiere; los cambios no pueden quedarse en el papel de una Reforma o Constitución, debe verse también en el crecimiento y desarrollo de la ciudad. Para ello, la participación ciudadana tendrá un papel preponderante que irá más allá de ir a las urnas a emitir su voto.