
En la crisis aparece el carácter de la estadista
¿Cuánto dolor es capaz de soportar el ser humano con tal de hacer lo que le motiva y apasiona?
Hace unos años llegaron a consultarme dos deportistas, de los llamados ultramaratonistas, personas que, sin problema alguno, corren más de 42 mil 195 metros (medida del Maratón) como parte de un día normal.
Cada uno tenía una lesión diferente: uno, un dolor lumbar (lumbalgia). El segundo, igualmente, pero en la planta del pie (fascitis plantar). Una vez con el diagnóstico, iniciamos con las terapias.
Por separado se hicieron los tratamientos, los cuales llevaron aproximadamente dos horas. Desde que llegaron y me contaron sus problemas, y al ver el estado en el que se encontraban, me asaltó una duda y al final supuse que tenían mínimo sin correr dos meses, tiempo que venían arrastrando esas lesiones.
Sin embargo, me llevé una gran sorpresa. Al preguntarles qué tiempo tenían sin correr, sin entrenar de manera constante y con miras a una carrera importante, debido a las lesiones, me quedé con el ojo cuadrado. Ambos habían entrenado apenas unas horas antes. El «estiramiento» de esa mañana previa en que acudieron a atenderse consistió en aproximadamente una carrerita de 20 kilómetros… ¡sí, 20 kilómetros, nada más!
Y la pregunta que de inmediato surge es ¿Qué tan contraproducente puede ser para la salud seguir entrenando o haciendo deporte cuando hay lesiones graves?
Para una persona normal estas lesiones los incapacitarían por meses o de por vida, incluso llevando un tratamiento con diversas técnicas, además del descanso obligado. Sin embargo, a los ultramaratonistas los podríamos considerar como seres súper dotados, debido a su alto umbral del dolor, disciplina y resistencia, las cuales van más allá de las personas normales.
Los niveles de dolor que llegan a sufrir las personas, frente a lesiones severas e incluso leves, varía y dichas diferencias no sólo tienen qué ver con el estilo de vida, sino con los genes.
El umbral del dolor ante la intensidad mínima de un estímulo y que despierta la sensación de dolor es muy variable de una persona a otra.
A pesar del dolor, los ultramaratonistas corren, se preparan, suben, bajan y logran desarrollar una resistencia arriba de los parámetros normales, siendo reconocidos, por algunos, como supranormales.
*Fisioterapeuta