Quadratín, referente de periodismo crítico, plural y veraz en Chihuahua
MÉXICO, DF, 26 de marzo de 2015.- En un encuentro inédito entre los presidentes nacionales de las principales fuerzas políticas, PRI, PAN y PRD, el de éste último, Carlos Navarrete Ruiz, hizo un llamado al Gobierno federal a ponerse las pilas, realizar ajustes de gabinete y dar “golpes de timón” para sacar al país del estancamiento.
Ante el priista César Camacho Quiroz, el panista Gustavo Madero Muñoz y un grupo de empresarios de la Confederación Patronal de la República Mexicana, el perredista cuestionó dónde quedó el momento de México, después que en 2013 el presidente Enrique Peña Nieto viviera una euforia con sus reformas estructurales.
Un cúmulo de aplausos de los asistentes de la Coparmex llamó la atención al finalizar el discurso de Navarrete Ruiz en la tercera intervención durante el panel Visión del País e Ideas Centrales de la Plataforma Electoral 2015-2016, situación que se distinguió con las intervenciones previas de Madero Muñoz y Camacho Quiroz.
En primera participación el panista basó su discurso en la esencia y la estrategia que han llevado a cabo para volver a ser la primera fuerza política en el país.
En un ejercicio de palabras, Gustavo Madero refirió que el PAN también tiene un C-4, en alusión a una fórmula compuesta por palabras para alcanzar sus objetivos: colaborar, combatir, competir y construcción de ciudadanía.
Al desarrollar el primer punto, asentó que hay que saber colaborar con otros partidos para sacar adelante la agenda en beneficio del país.
Con “orgullo”, recordó que el PAN se sumó al acuerdo político, económico y social para impulsar el crecimiento: el Pacto por México.
“La segunda C es combatir todo aquello que se cree que está mal y hace daño. Aprobamos 10 reformas pero combatimos una que es la reforma fiscal”.
Continuó que hay que competir en las elecciones de una manera eficaz para ir ganando espacios de poder público con el propósito de que el blanquiazul se consolide de nuevo como la primera fuerza nacional.
En un concepto “coparmexiano”, explicó que se necesita más construcción ciudadanía en México, pues se tiene una ciudadanía frágil.
“Nuestro país tiene 15 mil organizaciones de la sociedad civil, en comparación a países como Brasil o Argentina que tienen cinco veces más”, apuntó el panista.
Casi por terminar, reveló que el PAN se encuentra actualmente empatado con el PRI, de acuerdo a varias encuestas técnicas a nivel nacional. Con alarde, dijo que entonces la sociedad no había castigado a su partido, sino lo ha premiado.
En segunda intervención tocó el uso del micrófono a César Camacho, quien durante su discurso enalteció la estructura del partido gobernante.
“Un partido no es triunfador en la medida en que venza a otros, sino en la medida que sea capaz de persuadir y sumar gente a un proyecto, que aunque de origen partidario o postulado por un partido, abreva la visión en conjunto que tiene con ciudadanos”, expresó el priista.
Asumió que actualmente las fuerzas políticas y su clase atraviesan por un momento de crisis, donde la gente no confía en las estructuras de poder y advirtió que algunos sitios ha habido desgarramientos del tejido social.
Aprovechó para destacar la Coordinación de Vinculación Empresarial y Emprendimiento, plataforma de vinculación empresarial con el gobierno que recientemente echó a andar con el objetivo de crear una sinergia entre las dos partes.
Enalteció que los primeros dos años de la administración del presidente Enrique Peña Nieto estuvieron a prueba pero salió airosa.
“Fuimos capaces de ponernos de acuerdo y ubicar a México de una especie de plataforma de despegue para hacerle frente a desafíos de grandes proporciones que habían esperados impacientemente atención eficaz del gobierno”, dijo al referirse a las 11 reformas estructurales logradas por el Ejecutivo federal.
Exaltó aquel “Momento Mexicano” señalado por especialistas. “La creación de más de 700 mil empleos formales, 54 por ciento más que en 2013”, continuó.
“Tuvimos una copiosa visita de gente de otras partes del mundo, el 2014 llegaron 29 millones de turistas internacionales”.
Si embargo, no soslayó el ámbito económico como la paridad del dólar con el peso o la caída del precio del petróleo.
“No es la primera vez que México enfrenta retos de esta magnitud”, justificó.
Mientras que el líder priista destacó en su intervención los “grandes” logros del partido tricolor desde los Poderes Ejecutivo y Legislativo, Navarrete contradijo con franqueza que no es verdad que a México le vaya mejor.
“México no va bien, lo sabemos todos. Unos los décimos y otros no”, refutó.
Navarrete Ruiz prefirió ponerse en el plan del ciudadano común y corriente, como él mismo indicó.
“El principal problema es que la expectativa de gobierno que hizo en 2012, se está cayendo a pedazos”, expuso el dirigente del Sol Azteca ante una audiencia que prestaba total atención a su discurso, mientras los rostros de sus homólogos Gustavo Madero y César Camacho se mostraron serios.
Continuó que desde el 2012 se creó una historia rosa y una novela política con una alfombra roja desde el Estado de México hasta Los Pinos, en referencia a la campaña del actual presidente de México.
“Se generó una expectativa de que una nueva alternancia iba a mejorar lo que los dos gobiernos del PAN”.
“Hoy estamos a dos años cuatro meses de que este nuevo gobierno, de la segunda alternancia está en funciones”, dijo y conminó a los asistentes a cuestionarse cómo va el país.
“¿Bien, regular, mal o peor?”, dejó las opcionales respuestas advertidas al aire, a manera de reflexión.
“Lo que nos prometieron en 2012 cómo va, educación, México próspero, seguridad, crecimiento ante el mundo”, cuestionó al basar su discurso contrario a un credo de lo que piense el PRD.
Formuló preguntas a los empresarios a manera de razonar si hoy el gobierno goza de una credibilidad mayor que la que tenía cuando entro en el 2012; si la economía va mejor que como la dejó el gobierno del PAN o va más estancada.
Si se recuperó la paz en el país pese a la detención de grandes capos, acción que le reconoció al Gobierno federal.
Si la reforma educativa ya se aterrizó, “¿ya tenemos mejores escuelas, mejores maestros, mejor educación, ya hay un avance sustancial en esta materia o no?”, apuntó en un fluido discurso.
Continúo con señalar que hoy en día, en el país rubro a rubro hay déficits no solamente por el recorte presupuestal, por la delincuencia, pues “quizá el principal problema es que el presidente Peña Nieto y su gabinete perdieron el impulso inicial”.
“Se siente en el ánimo social”, remató.
Sostuvo que actualmente pocos creen que el presidente Enrique Peña Nieto tenga condiciones de concretar sus reformas estratégicas.
Pues no hay una conducción firme que genere confianza en el país a diversos sectores de la población.
“¿Dónde está el momento de México?, ¿dónde se nos perdió?, ¿dónde se nos desabarrancó?, ¿qué en el 13 y después de las reformas, no era el momento de México en el mundo? La inversión fluirá, vendrán miles de inversionistas, el prestigio de México por los cielos, llegó el gran momento, ahora sí vamos a crecer con empleo, con seguridad, con educación de calidad, llegó el gran momento, ¿dónde quedó?, estamos en marzo de 2015”, criticó en aquello parecido a un formato de los debates presidenciales.
Al hablar sobre los proyectos de infraestructura, cuestionó dónde quedó el Tren México-Querétaro que ya se suspendió y se desbarrancó en una relación extraña.
Puso en duda si al ritmo que se lleva, se empiece a construir el Nuevo Aeropuerto de la ciudad de México; “primero hay que resolver si una constructora bajo sospecha está ahí metida”, aludió sobre la empresa de Juan Armando Hinojosa Cantú, Grupo HIGA.
Casi por finalizar, el perredista sostuvo que la credibilidad del gobierno está en uno de sus peores momentos. Dio a conocer datos sobre una última encuesta: un 39 por ciento de aceptación de la gente respecto al gobierno, contra el 61 que lo desaprueba.
“En los niveles de confianza es una catástrofe, el 78 por ciento de la confianza derrumbada, sólo el 22 por ciento tiene confianza en el gobierno, ¿qué pasó?”, reprendió.
Dijo que el PRD esta consciente de que el país enfrenta problemas graves y no se trata que el gobierno tiene toda la culpa, sino de ver cómo le hacemos todos; se trata de ver “cómo vamos a llegar al medio sexenio y cómo vamos a sacar al país adelante en la próxima etapa”, planteó.
En una entrevista posterior, Navarrete Ruiz dijo a Quadratín México que su discurso e intervención en el evento de la Coparmex no es con miras a las elecciones presidenciales de 2018, sino para ver “cómo ayudamos a sacar a México adelante, cómo mi partido se posiciona como un partido progresista que está viendo por la gente”.
“El tono que van a ver de hoy en adelante es claridad, franqueza y nuestros interlocutores son los ciudadanos no el poder ni los políticos, hay hablarle a la gente con claridad”, anticipó.