Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF, 1 de septiembre de 2015.- Con un programa, que incluirá el estreno mundial de Magnitud 8.1, de Alexis Aranda, y del concierto para piano Pirámide del Sol, de Juan Pablo Contreras, así como la interpretación del Réquiem, de Wolfgang Amadeus Mozart, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) conmemorará el 30 aniversario del terremoto que en 1985 sacudió al capital del país, informó la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex.
Bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto, la agrupación ofrecerá dicho programa el viernes 11 y domingo 13 de septiembre, en el Palacio de Bellas Artes.
En conferencia de prensa, el compositor Alexis Aranda, quien sufrió en carne propia los estragos del fenómeno y posteriormente la reconstrucción de Tlatelolco, recordó que el 19 de septiembre de 1985, alrededor de las 7:19 de la mañana, inició el día bajo el movimiento telúrico, el más devastador de toda la historia de la capital del país.
Asimismo, expresó que por ser testigo de esta tragedia es un honor haber creado esta obra, comisionada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la cual calificó como complicada y compleja, sobre todo porque emocionalmente significa mucho para él.
Detalló que la obra, cuyo título está inspirado en la intensidad del terremoto que fue de 8. 1 grados en la escala de Richter, a través de sus tres movimientos, Magnitud 8.1, Elegía y Resilencias, ofrece una metáfora que va del desastre hasta la esperanza.
El primer movimiento, explicó, a través de la música es una recreación del fenómeno que afectó a millones de personas y cobró la vida de miles; el segundo hace referencia a la tristeza y al dolor que apabulló a los damnificados y a todos aquellos que de una y otra forma se vieron afectados con la pérdida de sus seres allegados.
Mientras que el tercero es un reconocimiento a la solidaridad de cientos y cientos de ciudadanos que sin ningún interés personal salieron a las calles con el motivo de rescatar a los sobrevivientes.
Es por ello, consideró Aranda, que la obra representa su aportación no para conmemorar dicha tragedia, sino para recordar la fragilidad del ser humano ante la naturaleza.
En su oportunidad, el titular de la OSN, Carlos Miguel Prieto, consideró que Alexis con esta obra “le da en el clavo”, pues impacta en el primer movimiento, que destaca por ser “fuerte o violento, porque musicalmente intenta ejemplificar algo que es imposible de imitar”.
El segundo movimiento, “es como una elegía o como un lamento, pero no desgarrador, sino respetuoso y el último se trata de algo heroico porque la ciudad después de esto se levantó de una manera estoica.
“Es relevante e interesante que un compositor mexicano escriba una obra sobre este suceso, sobre todo un autor que tuvo contacto con la desgracia natural que cambió el destino de la Ciudad de México y sus habitantes”, concluyó.