Virtudes enfrentadas

MÉXICO, DF., 13 de julio de 2014.- Alemania y Argentina se verán las caras a partir de las 14:00 horas los teutones buscan su cuarto título, mientras que la albiceleste, su tercero.

La hazaña de los alemanes en la semifinal es innegable, ese 7 a 1 sobre el país anfitrión, no se lo esperaba ni el más optimista de los teutones. Su camino comenzó con una goleada 4-0 sobre Portugal, en un altísimo nivel que decayó con el empate 2-2 ante Ghana y el 1-0 a Estados Unidos. En los octavos de final fue al suplementario ante Argelia y pudo imponerse 2-1, mientras que ante Francia fue 1-0 en cuartos.

Los argentinos vivieron un progreso más relajado, con selecciones de menor nivel, desde aquel triunfo contra Bosnia por 2-1, la victoria agónica por 1-0 sobre Irán y el cierre ideal de la fase de grupos ante Nigeria por 3-2. En los octavos de final necesitó 118 minutos para ganarle a Suiza con gol de Di María, también fue 1-0 ante Bélgica con el derechazo de Higuaín y las manos de Romero en los penales ante Holanda le dieron el pasaje a Río de Janeiro, después del 0-0.

Cuando ruede la pelota en el Maracaná, será el séptimo choque mundialista entre sí y el tercero en finales, récord absoluto. En definiciones, hay un antecedente para cada uno: Argentina se impuso por 3 a 2 en 1986 con goles de Brown, Valdano y Burruchaga; en tanto que Alemania ganó 1 a 0 en 1990 con el recordado penal de Andreas Brehme.

El árbitro del duelo será un conocido para los albicelestes: Nicola Rizzoli, el italiano que ya estuvo al frente de los cotejos ante Nigeria y Bélgica.

Alineaciones:

Alemania: Manuel Neuer, Benedikt Höwedes, Jerome Boateng, Matt Hummels, Philipp Lahm; Sami Khedira, Bastian Schweinsteiger, Thomas Muller, Toni Kroos, Mesut Özil y Miroslav Klose. DT: Joachim Löw.

Argentina: Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Martín Demichelis, Ezequiel Garay, Marcos Rojo, Enzo Pérez, Javier Mascherano, Lucas Biglia, Ezequiel Lavezzi, Lionel Messi y Gonzalo Higuaín.

DT: Alejandro Sabella.

Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia)

Estadio: Maracaná