A DOS PUNTAS: Vaso medio lleno, vaso medio vacío…

07 de diciembre de 2012
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10:05
José Carreño

Esa es la idea que en alguna medida exploraron últimamente Julia Sweig y Shannon O’Neil, investigadoras del Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York, que en sendos textos abordaron la noción de que México encara circunstancias favorables para su desarrollo a pesar de las condiciones de violencia y pobreza que muchos mexicanos son los primeros en subrayar.

“Al adelantar la nueva narrativa de México, el equipo de (Enrique) Peña Nieto claramente ha estudiado los casos de Brasil y Colombia”, escribió Sweig, al apuntar que Brasil sufre también de violencia relacionada con policía y narcotráfico pero “se las arregló también para contar una historia positiva acerca de su nueva clase media, energía, ambientalismo y hasta recientemente, sus enormes tasas de crecimiento”.

Pero según señaló, las calificaciones internacionales para hacer negocios en Brasil permanecieron pobres durante el mismo período en que entraban capitales en busca de buenas inversiones.

Para O’Neil, “el vecino que los estadounidenses creen que tienen al sur, y el México que se ha desarrollado durante los últimos veinte años son dos lugares diferentes”, aunque las percepciones sobre México son mas bien de enormes tasas de crimen y brutales asesinatos que pasan por alto una transformación económica al igual que crecientes vínculos con Estados Unidos que reflejan un país distinto.

Y por ejemplo, agregó, hay una creciente integración económica reflejada en que los productos exportados por México tienen hasta 40 por ciento de componentes estadounidenses, y algo similar pasa con gran parte de la producción industrial estadounidense.

Sweig subrayó que la economía mexicana está en recuperación y su clase media crece aún cuando la violencia de los cárteles continúa, como es el caso en Colombia.

La idea en todo caso es que la historia de los tres países “no es tan mala como piensa la gente ni tan buena como se decía. Democracia, inseguridad y oportunidad económica coexisten”, anotó Sweig.

Pero en México la percepción es mas bien de blanco y negro. Para muchos mexicanos, la situación  del país es casi desesperada, sea por la violencia de los cárteles, la ineficiencia del gobierno, la corrupción reinante, un inadecuado crecimiento económico, las diferencias socioeconómicos, la incultura, el atraso en varias regiones o cualquier cosa que esté de moda.

El hecho es que la narrativa externa es distinta que la mexicana, y es al parecer mas positiva pese al pesimismo de las percepciones que favorecemos los mexicanos y que esperamos, y tal vez hasta deseamos, nos confirmen las opiniones externas…

QMX/jcf

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